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Conducir

Funciona en tráfico urbano y a velocidades entre 0 y 60 km/h

Audi es una de las marcas que mayor esfuerzo pone en el desarrollo de sistemas de ayuda a la conducción, unos sistemas que se encuentran estrechamente interconectados entre sí, y cuyo máximo exponente será la denominada conducción autómata. Aunque sigue en pleno desarrollo, el fabricante alemán ya tiene muy avanzado el que podría ser el primer sistema capaz de guiar por sí solo a un coche, algo que de momento Audi ha logrado en unas circunstancias muy concretas, pero que sirve como un importante primer paso para llegar al automatismo total.

El sistema analiza permanentemente la velocidad del propio vehículo y la de los vehículos de alrededor.

El sistema está basado en el Audi adaptive cruise control con función Stop & Go y funciona con una cámara de video, sensores de radar y sensores de ultrasonidos, y permite guiar al vehículo de forma autónoma en situaciones de tráfico denso en un rango de velocidades de 0 a 60 km/h. En esas condiciones, el sistema se hace cargo, dentro de unos ciertos límites, de las maniobras de giro, y además, es capaz de acelerar y de frenar el vehículo de forma autónoma.

Gracias al Audi adaptive cruise control ampliado en sus funciones con nuevos componentes del guiado transversal, dos sensores de radar registran la zona delantera del vehículo, cubriendo una visión angular de unos 35 grados y una distancia de hasta 250 metros. Una cámara de vídeo de amplio ángulo de apertura visualiza las líneas de la calzada, siendo capaz de identificar objetos como peatones, vehículos y guardarraíles. Los ocho sensores de ultrasonidos supervisan las zonas situadas directamente delante del vehículo y en sus esquinas. Adicionalmente se utiliza un escáner láser que proporciona detalles de gran precisión en un ángulo de unos 140 grados y a una distancia de hasta 80 metros delante del frontal del vehículo.

El sistema de conducción pilotada en atascos analiza permanentemente la velocidad del propio vehículo y la de los vehículos de alrededor. Si a partir de estos datos detecta una situación de tráfico denso circulando por debajo de los 60 km/h, el conductor puede activar la función de asistencia. Gracias al completo análisis del entorno, el sistema también puede funcionar en un trazado  sin líneas horizontales en la calzada, cubriendo el recorrido escogido por sí solo, sin que el conductor tenga que estar atento a la conducción. Una vez que el vehículo alcanza los límites de la función, por ejemplo al disolverse el atasco, avisa al conductor con suficiente antelación para que se haga cargo del manejo del vehículo de forma ya manual.

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