Debido al procés, Letizia sustituye al rey en unos premios y estrena diseñador

El proceso independentista de Cataluña ha vuelto a trastocar la agenda de los reyes, obligando a la reina a tener que acudir ella sola en unos premios que siempre ha presidido Felipe VI, los Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote, a los que Letizia iba en calidad de acompañante.

Mientras el rey tuvo que quedarse en el despacho trabajando el pasado jueves por la noche, la reina presidió la entrega de premios. Entre los galardonados se encontraba José Luis Garci y entre los invitados pudimos ver a Cristina Cifuentes, María Dolores de Cospedal, la baronesa Thyssen, Ana Botella, Enrique Ponce, -que fue sin su mujer, Paloma Cuevas-, Elena Cue, Irene Villa y Mari Pau Domínguez, entre otros.

Al principio de su discurso, Letizia se refirió a la ausencia del rey en el acto: “Querría trasladarles el afecto y el cariño del rey que no pudo asistir por razones que, estoy segura, todos comprendéis”.

La reina Letizia escogió, para su debut en solitario, un estreno del diseñador español Ángel Schlesser, del que no tenía ningún vestido o traje antes en su armario. Se trata de un mono ancho de color burdeos, con escote de pico y sin mangas, presumiendo de nuevo de brazos musculados.

Sin embargo, Letizia Ortiz está excesivamente delgada, el cinturón ajustado lo acentuaba aún más y la tela vaporosa dejaba al descubierto también su esquelética silueta. La prensa aún se puede encontrar a la venta a un precio de 430 euros.

La reina completó el look con zapatos del mismo color que el mono, color granate, de la marca Lodi; una cartera de la firma Tita Madrid en tonos rosa y de terciopelo. En cuanto a las joyas, volvió a llevar el anillo verde del que se ha vuelto inseparable -que parece ser un regalo del rey por su 45 cumpleaños-, una pulsera de Cartier y pendientes chandelier de Yanes.

En cuanto al maquillaje, esta vez fue muy llamativo ya que marcó mucho los ojos y los labios. Los ojos ahumados en tonos tierra y los labios, en el mismo tono burdeos que el mono. Esta vez se decantó por llevar el pelo suelto con unas pequeñas ondas en la parte inferior para dar volumen.