Isabel Preysler, investigada por Hacienda debido a su actividad fiscal de los últimos cinco años

Momentos turbulentos para la ‘reina de corazones’, que va a necesitar todo el apoyo de su pareja, Mario Vargas Llosa, tras el levantamiento que se ha producido por la herencia de su fallecido marido, el ex ministro de economía Miguel Boyer, con quien estuvo casada durante 25 años. 

La Agencia Tributaria le ha solicitado toda la documentación pertinente a dos ejercicios de los últimos cinco años. Isabel debe demostrar sus ingresos conforme a lo declarado en esos ejercicios en una investigación que podría alargarse durante todo el próximo año. 

Hija de un delegado de un banco, Carlos Preysler Pérez de Tagle, la filipina siempre ha vivido una vida acomodada. Aunque no se hizo popular en nuestro país hasta que no se casara con Julio Iglesias en 1978. Desde entonces, su carrera profesional comenzó a subir como la espuma e Isabel firmó contratos. ¿El más llamativo? El de Porcelanosa, firmado hace ya más de 30 años y con quienes aún a día de hoy mantiene un vínculo profesional. 

Aunque ahora el fisco le reclama papeles, eso no ha frenado a la Preysler a irse de gira con su novio por América Latina, donde Mario Vargas Llosa está presentando su último libro ‘Cinco esquinas’ –de hecho hace solo unos días, la pareja fue recibida con honores en Argentina, aunque la prensa latinoamericana está cebándose con Isabel, a la que tachan de cazafortunas-. 

Dos frentes abiertos y delicados 

A la investigación fiscal de Isabel se suman ya a otros dos asuntos delicados. El primero de ellos, el de los ‘papeles de Panamá’, donde Vargas Llosa figura como implicado. El premio Nobel habría tenido una sociedad ‘offshore’ con su anterior mujer, Patricia Llosa. 

El segundo frente abierto es la batalla por la herencia de su difunto marido Miguel Boyer. Concretamente, la guerra se libra con los hijos que éste tuvo antes de casarse con Isabel, nacidos de su anterior matrimonio con Elena Arnedo. Éstos se plantean demandarla para reclamar parte de la herencia paterna. Una herencia que, un año y medio después del fallecimiento del ex ministro de economía, sigue sin repartirse. 

En resumen, los asesores de Isabel Preysler, tienen más trabajo que nunca.