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Banderas al desnudo: de la “mierda gorda” con la que le vio su madre a Hollywood

Antonio Banderas al desnudo con Bertín Osborne

“Mis primeros recuerdos fue jugando mucho a las chapas en una terraza que teníamos en la casa de Málaga. Éramos muy andaluces, de clase media, y aquella terraza era nuestro campo de juegos”, ha comenzado sincerándose el actor con Bertín Osborne.

Sus inicios fueron por culpa del pie izquierdo

Mi madre era maestra y mi padre era policía secreta. Pero mi vocación llamó de forma muy temprana. Empecé a hacer teatro con 14 años y jugaba al fútbol al mismo tiempo. Llegué a jugar contra el Madrid en Sevilla, pero tuve una lesión en el pie izquierdo el 18 de noviembre de 1975, dos días antes del funeral de Franco, y aquello acabó con mi carrera deportiva, cosa que agradezco una barbaridad”, rememora.

Decidió ser actor después de aquel episodio. “No fue fácil porque me tenía que marchar de mi tierra, ya que ahí no había actividad profesional. Empecé con un grupo de teatro viajando en una furgoneta de pueblo en pueblo. Además me apunté a la Escuela Nacional de Arte Dramático. Me moví y fui conociendo a gente del ambiente de teatro, que entonces no era muy profesional”. Recuerda la anécdota cuando su madre le vio “con una mierda muy grande encima llegando en un camión” y como l2 “fulminó con la mirada”. No obstante, reconoce que “mis padre me ayudaron mucho y no solo económicamente”.

El 3 de agosto de 1980, “vi todas las caras de mi familia y amigos alejándose mientras yo me alejaba en un tren. Ahí fui consciente que me estaba convirtiendo en otro y dejaba atrás una etapa de mi vida. Supe que tendría que volver a Málaga con algo en las manos”. Y añade: “Me presentaba a las pocas audiciones que había en Madrid”.

A sus 19 años, tuvo claro de que “ese era mi camino”. Llegó el momento de desesperación al no tener para comer. “Pero de repente, una noche me crucé con Alicia Moreno, vinculada al Teatro Nacional. Tuve una intuición y me presenté. En una servilleta me apuntó el teléfono de una chica y así me salió una prueba en el Centro Dramático Nacional con Luis Pascual, uno de los grandes directores de teatro”.

El 23-F con Joaquín Sabina y la homosexualidad en el cine, con Almodóvar

Justo después vivió el golpe de estado del 23-F, y después llegó ‘la movida madrileña’. “Me quedó una amistad por aquel entonces con Joaquín Sabina, de Málaga, y me llevó a un sitio con los pelos de colores y con las niñas con las faldas muy cortas. Me encantó. Fue mi primer contacto con esa movida, un soplo de aire fresco con gente que quería dar un paso a otro lugar”.

“Yo estaba haciendo La hija del aire de Calderón de la barca dirigida por Luis Pascual cuando conocí a Pedro Almodóvar, me dijo “tienes una cara muy romántica, deberías hacer cine”. Me dijeron que era un directos que había hecho ‘Pepi, Luci, Bom’ (1980) y que no haría ni una película más. Pero al poco vino a ofrecerme ‘Laberinto de pasiones’ (1982), la primera de las siete películas en la que he trabajado con él”.

En el Festival de San Sebastián donde se estrenó la película “hubo abucheos pero también aplausos. Sentí que algo se rompió y que Pedro era un fenómeno sociológico con muchas cosas que contar”, admite Banderas.

Allí interpretó a un homosexual junto con Imanol Arias, una homosexualidad en la que se volvió a meter en ‘La ley del deseo’ (1987). “En esta película había imágenes eróticas fuertes y mi personaje también mataba. En el cine estaba mejor visto el crimen pero no la homosexualidad y eso abrió un mundo de reflexión en mí”.

Por otro lado también pensó en su familia: “Mi madre me va a matar, pensé. No me mató pero no le gustó”, reconoce.

Aterrizaje en Nueva York y triunfo en Hollywood

Después llegó su salto final a Hollywood. El galán latino fue el rey del mambo, sin saber inglés, llegó a morder yugulares en ‘Entrevista con el vampiro’ y fue ‘El Zorro’ hasta en dos ocasiones, tiene su estrella en el paseo de la fama, fue el primer actor español nominado para unos Globos de Oro y ha llegado a ser una de las 50 personas más influyentes del mundo.

Antonio ha recordado, de hecho, la primera vez que pisó Los Ángeles. “Fui a los Oscar por la nominación de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ así que entré a ‘la casa por la ventana’ viendo a los directores más grande que yo seguía y admiraba y sin saber inglés. Hice en Nueva York ‘Los reyes del mambo’ (1992) y cuando el director me ofreció el papel, solo sabía decir ‘I can do that’ (puedo hacerlo). Me aprendí los sonidos fonéticos y traduje previamente el guion, mi cerebro funcionaba a mil por hora y fue agotador pero lo saqué adelante. Después de eso me llamó Tom Hanks para hacer otro proyecto sobre el tema del Sida, que no se había tratado”, rememora.

De Melanie Griffith a Nicole Kimpel

Fue en el rodaje de ‘Tow Much’ (1995) cuando conoció a Melanie Griffith, y ahí le preguntó su edad, pero ella, dicen, que le dijo “Antonio, te quiero una jartá” así, en castellano. El 20 de septiembre de 2008, Antonio le dedicaba unas bellas palabras a su entonces mujer: “Aparcó su carrera para dedicarse a la carrera de su familia”. De hecho, con Melanie tuvo a su hija Stella del Carmen en Marbella, el 24 de septiembre de 1996.

Por su parte, Javier Domínguez, hermano de Antonio año y medio más joven que él, recuerda la muerte de su padre este mismo año: “Fue muy dura debido a un cáncer”. “Es el hombre al que más he querido y quien más me ha querido”, recordaba el propio actor en el Festival de San Sebastián de aquel 2008. Antonio Banderas también ha recordado los delicados episodios de salud de su familia, como la aneurisma de su propio hermano, trasladado a Los Ángeles para que le operaran allí por orden de Banderas mientras él rodaba ‘Entrevista con el vampiro’.

18 años después, su matrimonio se rompió con las palabras de Antonio: “La he querido, la quiero y la querré siempre”, y después comenzó su noviazgo con Nicole Kimpel, 20 años más joven que él y con quien comenzó su relación a en 2015, aunque sus primeras imágenes con ella son del Festival de Cannes del año anterior. El propio artista revelaba entonces en la revista ‘¡Hola!’ que ella “no fue causa” de su divorcio con Melanie.

Actualmente, Banderas vive tranquilo en un ‘casoplón’ situado en Londres –el que hemos podido ver en el programa- y se dedica a coser mientras estudia diseño con su novia para su firma ‘Antonio Design’ en Londres, su faceta más oculta. “A mi hija le hace gracia que vuelva a estudiar a los 56 años”, reconoce.

“Me siento orgulloso del mundo en el que me crie y donde crecí. Sigo siendo un niño muy soñador y he trabajado muy fuerte para que esos sueños se hicieran realidad”, reflexiona. Y añade: “El éxito de las personas está detrás del trabajo y de la fe en ti”.

Otras anécdotas

Otras anécdotas han sobrevolado por la cocina del actor, como la campaña de Obama, que empezó “en su propia casa movilizando el voto latino”, o el recuerdo del 11-S del que se cumplen 15 años. “Volé a Nueva York el 10 de septiembre porque iban a celebrarse los Grammy Latinos”, recuerda. Estrella Morente, Alejandro Sanz…. “Una montaña de super artistas acojonados” que acabaron en el refugio del artista. Allí se creó un vínculo muy especial, pese al horror y a la barbarie terrorista que asolaba fuera de aquellos muros.

Actualmente, su novia, con la que vive, y la hermana gemela de ésta, Bárbara, tienen una web aún activa y que mantiene su cuenta de Facebook. La novia de Banderas se presenta  como “experta asesora financiera, especialista en poner en contacto a inversionistas del más alto nivel y agente inmobiliaria de lujo”. Los dos viven juntos en Londres, donde siguen con su vida de la mano del diseño de moda.

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