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España

La industria de las pensiones reivindica el nacimiento de los planes para pymes

La industria de pensiones, representada por la patronal Inverco, reivindica una serie de propuestas para apoyar el sistema de cobertura público, destacando el retraso que sufre España respecto a los principales países de la OCDE. Hace falta impulsar un modelo que sufre un claro anquilosamiento, con medidas que redunden en la complementareidad entre los modelos públicos y privados, y en este sentido es vital facilitar el acceso de las pymes a la previsión privada. También hace falta más transparencia y seguridad para el partícipe e incluso se miran de reojo otros sistemas internacionales, en los que las aportaciones privadas son oblgatorias. Incluso no falta quien, oficiosamente, pide que se comience un periodo de transición hacia un modelo chileno, con el Fondo de Garantía de las Pensiones como vehículo de transición.

A la fuerza ahorcan y, tal como destaca el presidente de Inverco, Mariano Rabadán, las previsiones económicas de la OCDE, con mención especial para España y la UE, “son desfavorables a corto y medio plazo, y tendrán un impacto negativo al incrementar el gasto y reducir los ingresos del sistema público”.

Un problema que podría resumirse en que sólo países como Grecia o España contemplan tasas de sustitución superiores al 80%. En un entorno de recortes y paro “los ciudadanos debemos ser más conscientes y exigentes y reflexionar sobre nuestras necesidades y disponibilidades tras la jubilación”, según palabras de Flavia Rodríguez Ponga, directora general de Seguros.

Ponga hace hincapié en la necesidad de potenciar los sistemas complementarios de previsión, destacando su estancamiento en los últimos tiempos, algo reflejado en la nula constitución de planes y en las caídas de aportaciones.

Para ello, propone una serie de reformas (ver gráfico abajo) que deberían impulsar este segmento, insistiendo en una serie de factores, entre ellos la mayor estabilidad y la rentabilidad, así como el mejor acceso al sistema de empleo. 

Las pérdidas sufridas por los planes de pensiones en los últimos años han sido palmarias y, sin duda, indignas en unos instrumentos de ahorro-previsión. Las entidades financieras no han dedicado los recursos o el mimo necesario para unos instrumentos vitales para el futuro de la sociedad, tal vez porque no entraba el dinero necesario.

De esta manera, Inverco ha presentado también unas propuestas en las que lo más destacable es la solicitud de que se apruebe el nacimiento de planes ‘simplificados’ para pymes. El sistema de empleo está totalmente parado. No llegan nuevos planes y las aportaciones se reducen todo lo posible. Y sólo los empleados de grandes corporaciones se benefician de ellos. 

La población de jubilados va en aumento y esta es una tendencia que no revertirá. Inverco considera imprescindible la generación de ingresos complementarios para mantener los niveles de renta y consumo. Desde el punto de vista fiscal, las aportaciones a Planes de Pensiones "son salario diferido y ayudan a contener la inflación y su tratamiento es equivalente al de las aportaciones y prestaciones de la Seguridad Social". El sistema privado genera además ingresos fiscales adicionales y empleo, los primeros por el incremento de la renta de los pensionistas y, en ambos casos, por la participación de numerosos agentes en su operativa (gestoras, depositarios, auditores, abogados y consultores, entre otros).

Vías más alternativas

Algunas fuentes apuntan algunas vías algo más alternativas de mejora del sistema de pensiones, como Juan Yermo, de la OCDE, quien, preguntado por cómo se puede extender la cobertura recuerda que "hay modelos obligatorios, como el australiano o sueco (en el que por ley está regulada la aportación al sistema privado), el de auto adhesión como el alemán o checo (en el que un trabajador complementa de manera automática un plan privado desde el primer momento, salvo que indique expresamente su voliuntad contraria)... o si no, aplicar más fiscales". Este último, más tradicional.  

Las medidas se antojan inevitables, ya que exceptuando los países con tasas de sustitución superior al 80% (España, Grecia y Luxemburgo), todos los países de la OCDE gozan de un sistema público privado, excepto Francia, Italia, Corea y Portugal. En total, 9 de 30. 

La sostenibilidad está en jaque y habrá que ver qué resoluciones toma el Gobierno el año que viene, cuando toque abordar la reforma de la Seguridad Social y se conozca el informe sobre Previsión Social Complementaria en el primer semestre de 2013. La pirámide poblacional es muy tozuda. 

Desde alguna gestora apuntan la necesidad de ir migrando el sistema piramidal español a uno similar al chileno, en el que las aportaciones de cada trabajador figurarían en una cuenta individual. Incluso señalan que el Fondo de Garantía de las Pensiones debería haber servido para comenzar a implementar ese modelo, sin que eso significara desmontar de momento el mecanismo tradicional, en el que los cotizantes de ahora pagan a los pensionistas. Conforme esa idea, al Fondo se irían realizando progresivamente aportaciones a título personal de cada trabajador. Cuanto más tiempo pasara, más iría colocando en el fondo, donde estaría invertido su dinero para el futuro y menos se le retendría por Seguridad Social.  

Sin embargo, comentan que no hay coraje para presentar proyectos así a los Gobiernos y, además, los sindicatos no lo tolerarían nunca, a pesar de que sería sin duda el modelo más justo. La posibilidad de romper el actual sistema piramidal por otro en el que cada pensión fuera una cuenta posición personal de la que se dispondía al finalizar la etapa laboral sería mucho menos gravosa para los estados. Sin embargo, técnicamente es complicadísimo romper el actual esquema, a pesar de que la pirámide poblacional se estrecha por la base y ensancha conforme sube. 

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