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El jefe de la Policía Municipal reconoce que tardaron media hora en enterarse de que pasaba algo en el Arena

El máximo responsable de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, reconoció en la primera sesión de la Comisión de Investigación de la tragedia del Madrid Arena que los 18 agentes destinados a la macrofiesta que costó la vida a cuatro jóvenes no se enteraron de lo que había ocurrido hasta media hora después del suceso y, además, gracias a un aviso de la central que les alertó de la presencia de una persona "con problemas respiratorios" en el exterior del Pabellón.

El jefe policial descargó las culpas por lo ocurrido dentro del pabellón exclusivamente en el promotor y la seguridad privada

Pese a que su actuación antes, durante y después de la avalancha fue muy limitada, según quedó reflejado en el informe enviado al juzgado y que ayer leyó de modo casi completo, insistió en que el despliegue que dispuso fue el "necesario" y que los policías que participaron en él actuaron "con absoluta responsabilidad y competencia" y no tuvieron ninguna responsabilidad en la tragedia. "Ni la organización ni la seguridad privada comunicaron en ningún momento incidencia alguna", fue el argumento esgrimido para explicar su pasividad durante todas esas horas.

Monteagudo, que fue bombardeado a preguntas por los portavoces de PSOE e UpyD, aseguró que su misión aquella noche era regular el tráfico de la zona, evitar el consumo de alcohol en la calle y detectar posibles casos de reventa de entrada en el perímetro exterior del pabellón. El jefe de la Policía recalcó que nada de esto ocurrió en la zona que estaban bajo su competencia, y que limitó a los 40 y 50 metros alrededor del recinto.

Sin noticias de botellón

Cuando le interrogaron por el posible consumo masivo de bebidas en una zona cercana a la misma, Monteagudo recalcó que en ningún momento la Policía Municipal recibió ningún aviso ni denuncia de ello, y que, de haber desplazado efectivos a esa zona sin una alerta hubiera sido abandonar "la misión principal" sin motivo. Sobre la reventa de entradas, recalcó que esa situación "no ocurrió en la zona que teníamos controladas".

El jefe de la Policía Municipal, que negó rotundamente haber presentado su dimisión por los sucesos aquella noche como sugirió el portavoz socialista, Jaime Lissavestky, aseguró que el envío de sólo 18 policías para cubrir la seguridad del evento no fue "un capricho", sino la aplicación de un protocolo absolutamente reglado. Monteagudo rechazó de plano la comparación que tanto PSOE como UPyD hicieron con otros eventos, entre ellos el programa El Hormiguero de ese mismo día, donde se envió a un mayor número de efectivos, insistieron que "eran servicios absolutamente distintos".

El máximo responsable policial negó también la existencia de descoordinación con los servicios santiarios del SAMUR y con la Policía Nacional, aunque terminó reconociendo que no sabían cuántos agentes envió este cuerpo al evento y que, según reveló recientemente la delegada del Gobierno en Madrid, llegaron a ser el triple de los de la policía local.

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