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España

Las encuestas volvieron a equivocarse en Cataluña por defectos en su muestreo

Las encuestas se equivocan en las elecciones del 25-N

Todas las encuestas apuntaban a una mayoría de CiU que rozaba o superaba la mayoría absoluta. Y todas han vuelto a equivocarse. Pero esta vez, todas parecen pecar de un mismo defecto: su muestreo no calibró bien lo que ocurría en Barcelona.

Los sondeos publicados hasta el día de las elecciones realizaron la mayoría de sus encuestas en la ciudad condal con el argumento de que Barcelona tiene más peso electoral también en la composición del Parlament. De hecho, del 1,2 millones de votos contabilizados el 25-N, 862.010 se emitieron en Barcelona. Sin embargo, equivocaron el signo de las señales que llegaban desde la ciudad condal con lo que la distorsión en los resultados finales se exageró todavía más.

La encuesta con más excesos fue la del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) dependiente de la Generalitat de Catalunya donde las encuestas hechas en Barcelona duplicaban las del resto de provincias y donde, además, la ponderación que se les daba a esas encuestas aumentaba todavía más su valor. La media ponderada que tres de cada cuatro de votos contados fueran ubicados en Barcelona. De las 2.500 encuestas válidas, 1.865 se atribuían a la capital catalana. 

La misma metodología usó la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dependiente del Gobierno. De las 2.983 entrevistas que llevó a cabo, 1.185 se realizaron en Barcelona. También en este caso, el CIS decidió que las respuestas de la capital pesaran casi el triple que las de Girona, Lleida o Tarragona en su ponderación final.

Los métodos del CIS y el CEO son los que sirven de modelo para la mayor parte de encuestas privadas por lo que la apuesta por extrapolar lo ocurrido en Barcelona como representación de lo que iba a pasar en Cataluña fue el método generalizado antes de la noche electoral. Cuando Barcelona se dio la vuelta el error de las encuestas quedó exagerado hasta el infinito.

CiU perdió 99.382 votos en Barcelona, casi 10.000 votos más de los que ha perdido en las elecciones en general en las que ha retrocedido 90.489 votos en total. Eso significa que la coalición nacionalista ha avanzado en Tarragona y Girona y ha quedado prácticamente estable en Lleida, territorios que han sido menospreciados por las encuestas.

Barcelona

 - 99.382 votos

Tarragona

- 8.586 votos

Lleida

+ 15.895 votos

Girona

+ 1.584 votos

TOTAL

- 90.489 votos

Fiar el signo de toda la encuesta al de una provincia ha sido el gran error demoscópico de estas elecciones. 

EL PSC MIDE A NAVARRO CON LA DEMOSCOPIA DE TERRASSA

Con el precedente de los recientes aciertos de las encuestas, el PSC examina un resultado para proyectar el recorrido de su nuevo líder: Terrassa.

Pere Navarro, alcalde en el municipio del Vallès Occidental ha conseguido recortar allí la distancia que CiU le sacaba a la mitad. En el 2010, la coalición nacionalista obtuvo 32.210 votos y el PSC 17.356. Ahora, CiU ha perdido 7.000 sufragios, casi los mismos que obtiene el PSC que suma 24.528 papeletas.

Con ese avance en la mano, los socialistas catalanes proyectan un recorrido al alza de su líder, según fuentes del partido, que aseguran que la exposición de gobierno no ha pasado factura a su nueva cabeza de cartel y que apuestan por su continuidad. 

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