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España

Las revelaciones carcelarias de Pablo González sobre las mordidas del Canal y la "barbaridad" de Emissao

Pablo González, el hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, contestó preguntas durante cerca de dos horas ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Lezo. En sus declaraciones, el que fuera director de Estrategia y Operaciones de Mercasa hasta su detención el pasado mes de abril, aseguró que el presidente de Inassa y hombre fuerte de su hermano en el Canal de Isabel II, Edmundo Rodríguez Sobrino, “actuaba a golpe de comisión”. De hecho, según el audio al que ha tenido acceso Vozpópuli, Pablo González desveló con todo detalle las confesiones que Rodríguez Sobrino le hizo en prisión sobre las mordidas derivadas de la compra de Emissao, una "barbaridad" de operación a juicio del declarante.

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“¿Le consta que con carácter general Edmundo Rodríguez actuaba a golpe de comisión?”, le preguntó su abogado durante el interrogatorio en sede judicial. “Sí, sí”, respondió de forma inequívoca Pablo González. Fue después de relatar cómo en una ocasión Edmundo Rodríguez Sobrino se reunió con él para proponerle un negocio en Colombia.  

El contacto se produjo poco antes de la operación Lezo realizada por la Guardia Civil, que atribuye a ambos un papel destacado en la trama liderada presuntamente por Ignacio González. El despacho de abogados de Edmundo Rodríguez era el representante de Mercamadrid, participada por Mercasa en la que trabajaba Pablo González. Según le dijo Rodríguez Sobrino, conocía a un señor español residente en Colombia que le podía proporcionar a Mercasa la construcción de un mercado en la ciudad colombiana de Basurto. Tiempo después quedaron en el hotel Eurobuilding de Madrid con este intermediario.

Pablo González explicó al juez que se trataba de la concesión de una obra pública y que al conocer a la persona que tenía que tomar la decisión en Colombia, la adjudicación del contrato estaba garantizada. A cambio, Rodríguez Sobrino y el intermediario pedían un 15 por ciento de la operación en materia de gastos de gestión y la comisión.

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El hermano del expresidente madrileño explicó al juez que ese fue el motivo por el que se negó “en redondo” ya que Mercasa tan sólo permite hasta un cinco por ciento en materia de comisión en sus operaciones en el extranjero. “Bastante teníamos con el asunto Angola (otra investigación por corrupción relacionada con las operaciones exteriores de Mercasa) como para volver a ver ahora a un señor que está proponiendo unos gastos de gestión, más luego un pago de sobornos, mas lo que fuera a hacer allí”, añadió.

Pablo González también conoció de mano de Edmundo Rodríguez Sobrino los pormenores de la compra por parte del Canal de Isabel II de la empresa brasileña Emissao, una de las tramas principales del caso Lezo. Pablo González definió al juez esta operación como una “barbaridad” ya que -según le dijo Sobrino- una vez comprada Emissao, la entonces directora financiera del Canal, investigada en esta causa, María Fernanda Richmond, “propuso hacer un deterioro de la sociedad por una serie de deudores de difícil cobro y de ahí que el patrimonio haya bajado”. También le reveló que se había usado una empresa en Uruguay “por motivos fiscales” y que parte se había pagado en cuentas en Suiza.

Esta operación se encuentra bajo el foco de los investigadores porque Emissao se compró por unos 30 millones de dinero público y a los pocos años pasó valer cinco. Creen el juez y la Guardia Civil que se pagó un precio muy por encima de mercado para después repartirse los sobrecostes en comisiones como el propio Rodríguez Sobrino le reconoció después en prisión al propio Pablo González. Ante las explicaciones tan relevantes que estaba ofreciendo, la fiscal le preguntó si en ese reparto de comisiones también había participado su hermano, pero Pablo González lo negó, según lo que le dijo su compañero de prisión. 

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