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Los líderes europeos renuncian a una reforma de los Tratados a 27 por las exigencias de Londres

El nuevo pacto para reforzar la disciplina fiscal acordado en la cumbre de Bruselas cubrirá finalmente a los 17 países de la eurozona, aunque estará abierto a todos los países que quieran sumarse. De momento, sólo Reino Unido y Suecia han dejado claro que no quieren participar, mientras que Polonia ha anunciado que quiere participar en este nuevo Tratado.

Tras varias horas de discusiones, los jefes de Estado y de Gobierno han constatado la imposibilidad de avanzar a 27 y Cameron ha comunicado a sus socios que se excluye de los cambios en los Tratados. En una reunión previa a la cumbre, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, ya dejaron claro al primer ministro británico que no aceptarían sus demandas.

Merkel señaló que acceder a las condiciones que plantea Cameron sería como "abrir la caja de Pandora" para que otros países reclamen también para sí otras excepciones.

La reforma a 27 ha chocado también con la oposición de Suecia, cuyo primer ministro Fredrik Reinfeldt, ha dicho que no cuenta con apoyos suficientes en su país para ratificar cambios en los Tratados.

El nuevo Tratado para los países de la eurozona y resto de Estados miembros voluntarios chocará con importantes obstáculos jurídicos, especialmente si se pretende que participen las instituciones comunitarias, como la Comisión o el Tribunal de Justicia.

El déficit deberá ser limitado por Ley

Los países de la eurozona deberán limitar por ley, a ser posible en sus Constituciones, su déficit estructural anual al 0,5% del PIB salvo en caso de circunstancias económicas excepcionales, y tendrán que establecer mecanismos de corrección presupuestaria automáticos en caso de desviación, según el último borrador del nuevo pacto para endurecer la disciplina fiscal y prevenir nuevas crisis de deuda.

Los líderes europeos se acercan a un consenso sobre el contenido de este pacto fiscal, que ha sido reclamado por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, pero todavía no han discutido sobre la forma jurídica para concretarlo, según han informado fuentes europeas. 

El nuevo pacto fiscal incluirá multas automáticas para los países que superen el límite del 3% de déficit previsto en el Pacto de Estabilidad, que sólo podrán pararse si una mayoría cualificada de Estados miembros vota en contra. Además, se otorgarán nuevos poderes a la Comisión para que pueda pedir cambios en los presupuestos nacionales de los países con problemas.

Los Gobiernos estarán obligados a coordinar y discutir con sus socios de la eurozona todas las grandes reformas económicas que pretendan poner en marcha. Y los líderes de la eurozona celebrarán al menos dos cumbres al año.

El borrador de conclusiones prevé también "la posibilidad de avanzar hacia la emisión conjunta de deuda a largo plazo y con un proceso basado en etapas y criterios". Pero sobre este punto no hay acuerdo porque Alemania mantiene su rechazo.

Los jefes de Estado y de Gobierno discuten ahora la cuestión más urgente, cómo reforzar los mecanismos financieros para contener el contagio de la crisis a España e Italia. El borrador de conclusiones prevé que el actual fondo de rescate de 440.000 millones de euros y el fondo permanente de 500.000 millones, que entrará en vigor en julio de 2012, convivan hasta mediados de 2013.

También contempla dar licencia bancaria al fondo permanente, de manera que tendría acceso a financiación del Banco Central Europeo (BCE). Alemania ha expresado ya su rechazo a ambas medidas.

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