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El ex dueño de Riofisa ingresa 750 millones por una espectacular operación en Wall Street

Un inversor español acaba de dar un golpe de efecto en Wall Street. Mario Losantos, el hombre que llevó al parqué a Riofisa, la inmobiliaria fundada por su padre, y terminó de venderla un año después con una espectacular revalorización, acaba de ingresar cerca de 750 millones de euros al vender buena parte de sus inversiones en EEUU, llevadas a cabo con parte del dinero que ingresó con la enajenación de la empresa familiar.

A mediados de 2008, Losantos decidió colocar en Wall Street parte de las plusvalías obtenidas por la venta del 50% de Riofisa a Colonial para evitar penalizaciones fiscales. Para ello, optó por diversificar y apostó por sectores tan diversos como la tecnología y el tratamiento de residuos, con desigual suerte. No obstante, la desinversión parcial llevada a cabo en las últimas fechas ha dado como resultado unas plusvalías aproximadas de 125 millones de euros.

El artífice de este resultado ha sido su apuesta por Waste Management, un destacado grupo estadounidense especializado en el tratamiento de residuos. Maori European Holding, el vehículo empleado por Losantos y su familia para canalizar parte de su patrimonio, adquirió el 6,6% del capital y ahora ha vendido un 3,75%, una operación que le ha reportado ingresos por un valor aproximado de 530 millones de euros y unas plusvalías superiores a los 100 millones de euros.

En esta compañía, la familia Losantos tiene un socio de excepción: el cofundador de Microsoft Bill Gates, una de las mayores fortunas del mundo, que apareció como accionista significativo de la compañía (a través de la fundación que controla junto a su esposa, Melinda) un año después de la entrada de Maori en el capital de Waste Management.

Resultados variopintos

El buen resultado de la inversión y el refuerzo que supuso la presencia de Gates como accionista de referencia ha hecho que Losantos opte por conservar una participación cercana al 3% en lugar de deshacer la totalidad de la posición, lo que deja abierta la posibilidad a obtener más plusvalías en el futuro.

Justamente lo contrario de lo que ha hecho con su otra apuesta estadounidense, Allegheny Technologies, en la que se ha quedado a cero tras vender la totalidad de su participación que ascendía al 5,7% de su capital. Esta ha sido la opción que peor le ha salido al empresario riojano, ya que apenas ha podido sacar rendimiento a la operación, en la que invirtió unos 275 millones de euros. De hecho, los generosos dividendos de la compañía han contribuido a maquillar algo el resultado.

La decisión de Losantos de invertir en EEUU contrasta con la estrategia llevada a cabo en España, donde ha registrado una actividad mucho menos intensa. A través del vehículo Allegra Europea Holdings, creado para invertir en España, la familia Losantos realizó pequeñas inversiones en el sector de las energías renovables, en algunos fondos de inversión y en otras áreas, como las franquicias de National Geographic.

Salvo la adquisición del edificio que sirve de sede a Hewlett Packard en Madrid por unos 25 millones de euros, la familia Losantos ha permanecido todo este tiempo alejada del sector innmobiliario, del que supo salirse justo a tiempo, cuando el estallido de la burbuja comenzaba a dar sus primeras señales y aprovechando la espiral compradora de Colonial en aquel tiempo.

Las operaciones en Wall Street sitúan a Losantos en una posición de privilegio, con una notable liquidez aunque nuevamente con la necesidad de reinvertir las plusvalías para evitar una penalización fiscal. No sería de extrañar que en breve volviera a ser noticia.

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