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Aristóbulo De Juan: para sanear la banca habrá que acudir al FMI o al Fondo Europeo de Rescate.

Aristóbulo de Juan, gestor de la crisis bancaria de los 80, considera que, dada la fuerte suma de recursos necesarios para el saneamiento del sistema financiero español, habría que acudir al FMI o al Fondo Europeo de Rescate.

De Juan, en un reportaje publicado en la revista Consejeros, disponible en internet, se muestra muy crítico con el saneamiento del sistema financiero español. Porque lo considera basado fundamentalmente en apoyos de liquidez y no de capital efectivo. “Llevamos cuatro años perdidos en el saneamiento del sistema financiero español, a los que se pueden añadir por lo menos los tres que ofrece ahora el Banco Central Europeo.”

Según De Juan en el tratamiento de la crisis actual “se confunde el mero cumplimiento formal del marco regulatorio de las entidades con su saneamiento”.

Ejemplos de mecanismos meramente contables

Uno de estos mecanismos, afirma, fue la suscripción por el FROB de participaciones preferentes de las cajas de ahorro con problemas, a plazo de cinco años y con una remuneración del 8% al 9%, supuestamente para sanearlas. Otro ejemplo es el cómputo como capital de plusvalías no realizadas y del crédito fiscal de entidades de dudoso futuro. Le sigue la figura del “banco malo”, en modalidades en que se desgaja los activos malos a otra entidad, pero dentro del propio grupo consolidable. Con lo cual todo sigue igual. Finalmente destaca, como otro ejemplo, las muy voluminosas refinanciaciones de créditos malos con capitalización de intereses, que llevan a computar como válidos un capital y unos ingresos parcialmente ficticios.

Como señala el propio Aristóbulo, “últimamente, parece ponerse de moda la elevación formal del capital exigible mediante la llamada gestión del balance y de los activos ponderados por riesgo. Lo cual, salvo cuando se trata de venta de activos, constituye una reconfiguración contable a efectos regulatorios, sin aportación dineraria alguna”.

Llega ahora la inyección masiva de liquidez a 3 años por parte del BCE, cuyos elevados importes se destinarán prioritariamente a atender vencimientos mayoristas de deuda más cara y a operaciones de “carry trade”, mediante la suscripción de deuda pública más remuneradora que el coste del apoyo recibido. Ambas operaciones mejoran la rentabilidad de las entidades que solicitan los apoyos, pero no dejan de constituir una sustitución de deuda por deuda y, de hecho, no permiten la reanudación del crédito.

Sanear sólo las entidades insolventes

De Juan preconiza que el importante saneamiento pendiente del sistema financiero español, además de recomponer el capital real, debe aportar liquidez estable y cambiar la gestión. Para ello, por encima de todo, “debe haber una limpieza contundente de los balances, necesaria para recuperar la confianza de los mercados”. También preconiza que sea sufragada a medias entre el fisco y las entidades del sector. A tal fin, mantiene su propuesta de compra de activos malos a las entidades descapitalizadas – y solo a ellas - por el unificado Fondo de Garantía de Depósitos, siempre que éste sea debidamente reconfigurado en lo financiero, es decir, con aportaciones anuales y créditos del FROB al Fondo de Garantía.

La propuesta del coste compartido, tal como señala De Juan, “se basa no solo en la historia de éxito de este mecanismo en los 80, sino porque la asunción total de las pérdidas por el fisco, además de resultar operación muy onerosa, sería muy difícil de digerir políticamente. Y la opción contraria, es decir, la asunción total de las pérdidas por las entidades, no haría sino profundizar la crisis del sistema.”

Compra de los activos al valor en libros después de provisiones

De Juan mantiene como mal menor que el Fondo de Garantía de Depósitos compre los activos malos a valor en libros, después de provisiones. Utiliza tres argumentos. En el primero, señala que “además de suponer un aumento realista de capital al reducir fuertemente el activo y limpiar las pérdidas, este criterio permite inyectar importantes sumas de liquidez, cosa vital para el saneamiento del sistema.”

Como segundo argumento subraya que este criterio, que se aplicaría a las entidades intervenidas o capitalizadas por el FROB, no beneficiaría a los antiguos propietarios y gestores, sino que precisamente haría posible su sustitución mediante la venta de las entidades enfermas a otras entidades suficientemente fuertes y no a accionistas minoritarios.

Finalmente, De Juan argumenta que “las pérdidas no se eliminarían por arte de magia, sino que serían asumidas por el Fondo de Garantía de Depósitos, constituido en 1980 y cuya ley fundacional incluía entre sus objetivos la asunción de pérdidas. Lo cual, si se reconfigura financieramente el Fondo, se sufragaría a medias entre el fisco y las entidades financieras. Recuerda que el valor de los activos después de provisiones, es el valor que está refrendando el Banco de España al dar por buenos los balances públicos de las entidades”. Es también el criterio aplicado por el Banco de España para asegurar las pérdidas al comprador en la venta de la CAM.

Acudir al FMI o al Fondo Europeo de Rescate

El mecanismo propuesto, señala De Juan “no salvaría a los banqueros, sino sanearía el sistema con realismo, asegurando los depósitos, haciendo posible el funcionamiento del sistema de pagos, la reanudación del crédito y la recuperación de la confianza de los mercados”.

“Sin el cambio de propiedad y gestión – afirma De Juan - el saneamiento resultaría injusto e ineficaz. Otra cosa es que en estos momentos haya más oferta de entidades por sanear que posibles compradores. Pero existen algunos y debe intentarse. Si se hace bien, puede uno llevarse sorpresas”.

¿Cómo conseguir la financiación de la operación? Dada la ingente suma de recursos necesarios, el problema no podría probablemente ser resuelto por la colocación de deuda en el mercado, sino que habría que acudir al FMI o al Fondo Europeo de Rescate. Más valdría tomar la iniciativa a que la tomen ellos.
 

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