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España

La fusión efectiva entre Unicaja y Caja España-Duero se encuentra “en estado de coma”

El Banco de España (BdE) se ha vuelto a topar con el escurridizo Braulio Medel, presidente de Unicaja. En el caserón de la plaza de Cibeles reina la preocupación por el futuro de la fusión entre la andaluza y Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria (Caja España-Duero), una operación que consideran “en estado de coma”. En efecto, Medel, promotor de la operación como cabeza de una de las pocas Cajas saneadas del país, mantiene “congelado” el proceso sin que apenas se hayan producido avances significativos en el mismo, excepción hecha de algunas maniobras preparatorias llevadas a cabo, además, con lentitud exasperante.

Efectivamente, desde la firma del protocolo de fusión, en el mes de abril del año pasado, ambas Cajas sólo han constituido sendos Bancos mediante los cuales realizar el ejercicio indirecto de su actividad, pero, aunque ambos han suscrito un contrato de integración, éste ni siquiera explicita cual será la forma de llevarlo a cabo (absorción, creación de una nueva entidad con integración total o parcial, etcétera).

 

Y ello porque a finales de Noviembre pasado, Evaristo del Canto, presidente de Caja España-Duero, presentó en el Banco de España una previsión de cierre del ejercicio 2011 en el que incumplía claramente el coeficiente de solvencia. Como la única posibilidad de hacerlo era materializando la fusión con Unicaja, la dirección general de Supervisión conminó a Medel y Del canto a crear los respectivos Bancos antes del 31 de diciembre pasado, a que tales Bancos hicieran suyo el acuerdo de fusión y a que el proceso estuviese finiquitado antes del 31 de marzo próximo. 

 

Pero en esta unión, el único urgido es Del Canto, que se encuentra en fuera de juego al no poder cumplir con ese coeficiente, cosa que no le ocurre a Medel, cuya entidad lo cumple de sobra, lo que se traduce en que, conforme pasan las semanas, las urgencias, rayanas en la desesperación, se apoderen del castellano-leonés ante la aparente pasividad de don Braulio y las advertencias que llegan del BdE: “ten cuidado, que éste te deja en la estacada, como ya ha hecho con otros otras veces…”

 

La clave de lo que está ocurriendo, en opinión de fuentes del antiguo banco emisor, pasa por entender que “el devenir de esa fusión está vinculado al futuro personal de Medel”. Como siempre, tratándose del malagueño. “Y nada permite predecir si finalmente el proyecto de fusión cristalizará, aunque los augurios no son nada buenos: Medel quiere ganar tiempo para ver qué hace el nuevo Gobierno con la anunciada nueva ronda de integraciones en el sector, y qué pasa con las próximas elecciones andaluzas”.

 

 

Medel cuida sus aspiraciones personales

 

“Los proyectos de integración abordados por Medel con anterioridad –caso Cajasur- suelen quedar supeditados a su status personal en la entidad resultante”, sostienen las fuentes, “y mientras eso se resuelve, aquéllos duermen en el congelador, aunque siempre encuentra motivos fundados para ello, el más usado de los cuales es el pacto laboral necesario para formalizar jurídicamente la fusión”. En efecto, don Braulio suele reclamar unas condiciones laborales tan exigentes a los sindicatos que éstos no podrán aceptar. De esta manera “mantiene el proceso paralizado indefinidamente, mientras se resuelven sus aspiraciones personales”.

 

Las primeras dudas de Medel con Caja España-Duero surgieron al comprobar que, al haber recibido la entidad castellano-leonesa ayudas del FROB, se vería obligado a dar publicidad a su remuneración en caso de llevarse a cabo la fusión. Un problema peliagudo, teniendo en cuenta que su retribución es un secreto para la Junta y los partidos políticos andaluces. En esto le ha ganado por la mano Del Canto, uno de los pocos cajeros que en fecha reciente se han negado a desvelar sus ingresos. La Junta que preside Juan Vicente Herrara, sin embargo, ya le ha sacado tarjeta amarilla: o “canta la gallina” o le retirará su apoyo.

Fuentes de Unicaja desmintieron ayer con rotundidad a este diario que el proceso con Caja España-Duero estuviese parado. “En absoluto; se sigue trabajando al ritmo previsto y con las fechas in mente anunciadas, incluso ha habido reuniones en plena Navidad. Otra cosa es que estemos un poco pendientes de lo que vaya a decir, o mejor aún, a hacer, el Gobierno con la nueva ronda de integraciones anunciada, si va a acelerar el proceso, lo va a forzar con mayores requisitos de capital, o qué…” Mientras tanto, don Braulio sigue desplegando una hiperactividad negociadora, con contactos con Liberbank, Caja 3, Unimm, entre otros, para demostrar su interés en la consolidación del sistema financiero español.

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