Quantcast

España

89% de las editoriales sufrirán los recortes de Cultura en la compra de fondos para Bibliotecas Públicas

Justo en un momento de incertidumbre, el sector del libro sufre la desaparición de la Dirección Nacional del Libro, Archivo y Bibliotecas y su refundición  por una parte en Industrias Culturales y la otra,  Archivos y Bibliotecas, en la Dirección de Bellas Artes y Bienes Culturales. En el proceso, la persona encargada de asumir las competencias de Rogelio Blanco, no ha sido nombrada. Es decir, nadie sabe; nadie contesta.

Lo que comenzó, con muchos bríos, la Secretaría de Cultura –supresión del canon, aprobación del reglamento de la Ley Sinde- ha comenzado a ralentizarse en un momento en el que el sector libro necesita interlocutores, más aún en un momento donde, a pesar del aumento de lectores, se registra una caída  en ventas del 7% según cifras aportadas por el anterior Ministerio de Cultura, la Federación de Gremios de Editores de España y el Centro Español de Derechos Reprográficos.

A eso se suma un mercado controlado por no más de 20 editoriales. Es decir, el 5% del total de los editores en España produce, comercializa y se hace con las ganancias  del 65% de los libros, de ahí que el resto de los editores aboguen por incentivar la compra de libros para las bibliotecas públicas. Sin embargo, el tema pinta mal.

Pero no va a ser el caso, porque nueva Secretaría de Estado de Cultura  anunció, entre otras medidas, la supresión de las compras públicas para las bibliotecas de titularidad estatal a pequeños editores. Ante la previsión de un recorte que parecía inminente, muchas han decidido apostar por formatos más competitivos, entre ellos, el libro electrónico. 

El libro en papel sigue vendiéndose, y más que el libro electrónico. SIn embargo este último ha experimentado  este año un crecimiento en ventas mucho mayor al esperado con la llegada a España de Kindle, el lector electrónico de Amazon, que ofrece  ejemplares desde 0,99 euros, el mismo que en otras páginas puede venderse a 9 euros, por ejemplo.

Casas como Ediciones B e incluso agentes más pequeños e independientes como Nórdica y sellos como Musa a las 9 han apostado por subirse al tren del libro electrónico, para el que se exige, además, un cambio en el tipo de IVA del 18% al 4%.

 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.