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España

BBVA “se come” un suelo de 85 millones de euros que compartía con Metrovacesa

La sociedad, denominada Promotora Metrovacesa, provenía de los tiempos en que el BBV, aún sin la integración de Argentaria, era accionista de control de Metrovacesa. Creada a mediados de los años 90, la sociedad centró su actividad en el desarrollo urbanístico de terrenos situados en Alcorcón que había ido comprando de forma progresiva para después proceder a la venta de las distintas promociones.

Los terrenos en cuestión estaban situados en el enclave elegido por el Ayuntamiento de la localidad madrileña para ubicar el denominado Distrito Norte, un ensanche de la ciudad dormitorio que, además, contó con el acicate de ser el destino señalado por el Club Atlético de Madrid para construir su nueva ciudad deportiva.

Este hecho supuso un impulso para la zona, que llevaba enmarañada en disputas políticas y cambios de planes urbanísticos prácticamente diez años. A partir de finales de 2005, cuando el club presidido por Enrique Cerezo anunció su decisión de instalar su ciudad deportiva en el Distrito Norte, los trámites comenzaron a marchar con mayor celeridad, hasta el punto de que a finales de 2009, los terrenos contaban con la calificación de urbanizable sectorizado.

De aquella fecha proviene la valoración de los terrenos de la sociedad, realizada por Tinsa como tasadora independiente, que determinó que el suelo en poder de Promotora Metrovacesa tenía un valor de 85 millones de euros.

Sin embargo, ya por entonces la situación de Metrovacesa se había tornado muy delicada. BBVA había concedido un préstamo de 65 millones de euros a la sociedad que compartía al 50% con Metrovacesa, renovado en diversas ocasiones, con el que Promotora Metrovacesa tenía problemas para hacer frente a los vencimientos y también para buscar una vía para su refinanciación, como quedó de manifiesto en las últimas auditorías llevadas a cabo por la consultora Deloitte.

Con Metrovacesa controlada en la actualidad por un grupo de entidades financieras (antiguos acreedores de la familia Sanahuja, ex dueños de la inmobiliaria), entre las que figura el BBVA, la solución pactada ha sido la salida de la compañía de la sociedad Promotora Metrovacesa, que ahora pasa a ser controlada al 100% por el banco, a través de su filial inmobiliaria Anida (a través de la cual controlaba anteriormente el 50% que poseía).

Promotora Metrovacesa ha reducido a la mitad su capital para amortizar las acciones que estaban en poder de la inmobiliaria y ahora deberá ser la entidad que preside Francisco González la que encuentre una salida para el activo. Una nueva papeleta para la banca, que ya ha mostrado las dificultades que ha tenido para poner en el mercado activos inmobiliarios, especialmente los que tienen que ver con el suelo.
 

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