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Euforia en los mercados: los inversores apuestan por un giro en la política del BCE

Los mercados de riesgo globales registraron importantes subidas durante la jornada de ayer. Tanto las principales bolsas internacionales como los mercados de materias primas registraron fuertes avances que compensaron las pérdidas de la semana anterior. A su vez se redujo la prima de riesgo de los bonos periféricos del sur de Europa respecto al bono alemán. 

Tal como ya adelantó Vozpópuli, en las próximas semanas tendrán lugar tres reuniones cuyos acuerdos marcarán el devenir político y económico de la zona Euro, y afectarán además a la evolución de los mercados financieros globales.

El 29 de noviembre se reúne el Eurogrupo para concretar detalles sobre el fondo de estabilidad europeo y la entrega del sexto tramo de ayuda a Grecia. El 8 de diciembre el BCE podría bajar de nuevo los tipos de interés y ampliar las medidas para suministrar liquidez a los bancos. Pero sobretodo es la reunión de los líderes europeos del 9 de diciembre la que ha levantado mayores expectativas.

Nuevo Pacto de Estabilidad y Expansión Cuantitativa del Banco Central Europeo

El diario alemán Welt am Sonntag recogía este domingo que Merkel y Sarkozy están trabajando en un nuevo Pacto de Estabilidad, sin necesidad de cambiar el Tratado de Lisboa, donde se establecerán los límites de deuda nacional, y que podría ser firmado por un número de reducido países de la zona euro, entre 8 y 10. Como contrapartida se permitiría al BCE actuar con mayor decisión en la crisis. "Si los políticos se ponen de acuerdo y dan un paso amplio entendible, el BCE va a entrar y ayudar", según fuentes del Banco Central recogidas por el rotativo alemán.

Alemania, por lo tanto, tras las presiones de gobiernos europeos y no europeos, empresarios, banqueros, y economistas podría permitir una expansión cuantitativa del Banco Central Europeo a cambio del nuevo Pacto de Estabilidad.

Si el BCE finalmente implementa una expansión cuantitativa, es decir, compra bonos soberanos europeos para hacer política monetaria, similar a lo que ya hace la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, deberían aliviarse, al menos temporalmente, parte de la presión a la que está sometida la deuda soberana periférica. Como consecuencia disminuirían los tipos de interés a corto, medio y largo plazo a los que se financian países como España e Italia, y con ello las probabilidades de un rescate.
 

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