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Fitch vea a Grecia con un pie fuera del euro y el otro en la bancarrota

Un resultado negativo en el referéndum propuesto por Grecia sobre el plan anticrisis europeo y de rescate al país aumentaría el riesgo de una quiebra forzada y desordenada y de una salida de Grecia del euro, advirtió hoy la agencia de calificación de riesgos Fitch.

"Un rechazo del programa de la UE y del FMI recientemente negociado por el Gobierno griego incrementaría el riesgo de una suspensión de pagos soberana forzada y desordenada y (...) de una potencial salida de Grecia del euro", afirma la agencia en un informe emitido hoy.

Ambos escenarios "tendrían implicaciones financieras severas para la estabilidad financiera y la viabilidad de la eurozona", prosigue Fitch, al valorar el anuncio del primer ministro griego, Yorgos Papandréu de supeditar a un referéndum la aplicación del plan de rescate aprobado por la zona del euro en la madrugada del jueves.

El anuncio ha sorprendido a los países del área de la moneda común y ha sido acogido con pánico por las bolsas europeas.

Fitch considera así que el anuncio de Grecia para que el pueblo heleno decida sobre el nuevo rescate, valorado en 130.000 millones de euros, y la condonación del 50 % de la deuda por parte de los acreedores privados, "aumenta dramáticamente el riesgo para Grecia y para la eurozona en su conjunto".

La incertidumbre sobre si Grecia aceptará o no el nuevo rescate y la oferta del sector privado también genera más incertidumbre sobre las pérdidas que los acreedores podrían tener que asumir y sobre la recapitalización de la banca, una de las bases del acuerdo europeo anticrisis aprobado la semana pasada, precisamente para preparar a las entidades ante un impago griego, señala Fitch.

Para la agencia de calificación de riesgos, las intenciones del Gobierno griego evidencian la "urgencia de que se establezca un cortafuegos creíble para prevenir que el contagio procedente de Grecia desestabilice a toda la zona del euro".

Por tanto es "esencial" que la eurozona avance rápidamente en la concreción del apalancamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para elevar su capacidad de intervención sin tener que aumentar las garantías de los países miembros.

La eurozona aprobó elevar a un billón de euros la capacidad del FEEF al asegurar un porcentaje de la deuda soberana de países con problemas y atraer a inversores públicos y privados a través de uno o varios vehículos de propósitos especiales.

En opinión de la agencia de calificación de riesgos, también es importante que el Banco Central Europeo (BCE) esté preparado para intervenir en el mercado secundario con el fin de moderar el contagio a países solventes pero potencialmente con falta de liquidez como Italia y España.

"Hay una gran incertidumbre sobre las consecuencias que tendría un resultado negativo" en el referéndum, afirma Fitch, que advierte de que, ante las prolongadas y difíciles negociaciones entre el Gobierno griego y la troika -la Comisión Europea, el BCE y el FMI- el segundo rescate revisado podría fracasar.

"Dado el duro calendario de reembolsos fijado para el primer trimestre de 2012, sin una ayuda financiera externa continuada una suspensión de pagos forzada y potencialmente desordenada podría seguir", afirma Fitch, que recuerda que la falta de una respuesta integral y creíble a la crisis griega ha constituido una fuente de contagio y de inestabilidad financiera que ha tenido un impacto negativo en las calificaciones de otros países de la eurozona.

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