Chema Madoz retoma América Latina

  Después de diez años de ausencia,  el fotógrafo madrileño Chema Madoz regresa a las salas de arte venezolanas con la exihibición Metamorfosis del pensamiento,  una selección que abarca cerca de 30 piezas de distinto formato, y que se exhibirá en la Galería de Arte Odalys.

La muestra recorre las diversas etapas de la obra del fotógrafo madrileño desde sus inicios, a mediados de los años ochenta, hasta la actualidad. La exposición, que contó con la estrecha colaboración del artista y Premio Nacional de Fotografía (España, 2000) está comisariada por Odalys Sánchez y el equipo Curatorial de la Fundación D.O.P.

Como parte de la muestra, se incluirá una vídeo-entrevista cedida por el artista con música de John Cage (cuya versatilidad de medios otorga límites tan amplios al objeto para la obra de arte como lo hace Madoz), así como la proyección del vídeo que la Fundación Telefónica hizo sobre el fotógrafo en el marco de la exposición Madoz: S/t, 2006.

Envuelto en el ropaje y la esencia del poema-objeto, el arte de Chema Madoz se revela en este montaje como una experiencia interpretativa constante, un corpus de revelaciones, en ocasiones fantásticas y a menudo inexplicables: la luz, el agua, los arboles, las nubes, los objetos de medición o las notas musicales pueblan unas imágenes llenas de belleza y misterio, de desafíos y enigmas que el espectador se ve obligado a resolver.

Para conseguir la total libertad de interpretación y un efecto estético directo, Chema Madoz  apela al uso sistemático del negro y el blanco y la ausencia total de títulos en sus imágenes. Así, con una extrema limpieza y unos recursos mínimos, consigue el artista una  imaginería de marcado carácter conceptual y estrecha  relación con el lenguaje poético: analogías, metáforas, sinestesias o metonimias visuales que exigen la colaboración activa del espectador tras haberle proporcionado el regalo de la sorpresa.

Al igual que Joan Brossa (ya que ambos exploraron visiones paralelas el lo que al trato del objeto en lo que a sus creaciones se refiere), parte, como él, del objeto (casi ready-made duchampiano) para hacer que la idea lo supere al convertirlo en una paradoja de enorme potencia visual y poética.