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Un juez de Uruguay rastrea el botín de Bárcenas en Alaska: investiga una inversión en minas de oro

Luis Bárcenas, en una de sus comparecencias en la Audiencia Nacional cuando aún estaba en libertad.

¿Dónde está el dinero de Luis Bárcenas? La pregunta que se hace el juez Pablo Ruz también se la plantea el magistrado uruguayo Nestor Valetti, quien desde el 2 de mayo de 2013 tiene abierto un sumario sobre las 'andanzas económicas' del extesorero del PP en este país sudamericano. De hecho, este magistrado ha impulsado líneas de investigación que aún no ha explorado su colega español. Entre ellas, una que apuntan a la supuesta existencia de una inversión de varios millones de euros procedentes de las cuentas suizas del político ahora encarcelado en una empresa canadiense que explota varias minas de oro en Alaska. En estas pesquisas de la Justicia uruguaya están siendo claves las aportaciones de un diario digital de este país, Sudestada, que recientemente entregó al magistrado documentos que apuntan en esta dirección, hasta ahora desconocida en España.

Ruz ha reconocido en sus escritos su impotencia para "concretar el destino de los fondos transferidos" por Bárcenas en 2009 a las empresas uruguayas Lidmel Internacional y Grupo Sur de Valores

El hilo del que tira el juez Valetti son dos empresas de su país a las que Bárcenas envió 3 millones de euros en 2009, al poco de estallar el caso Gürtel, desde sendas cuentas que tenía en el Lombard Odier y el Dresdner Bank-LGT a nombre de la fundación 'fantasma' Sinequanon. Una de las sociedades beneficiarias fue el Grupo Sur de Valores, que recibió el 23 de marzo y el 8 de abril sendas transferencias de un millón de euros. La segunda, Lidmel Internacional SA, vio engordar sus cuentas en un millón de euros tras recibir entre el 4 y el 26 de junio cuatro envíos que iban desde los 200.000 a los 300.000 euros. Ambas son investigadas también por el juez Ruz, pero éste reconocía en su auto de este martes que "de la documentación obrante en autos no resulta posible concretar el final destino de los fondos transferidos a dichas entidades".

De hecho, una de ellas, el Grupo Sur de Valores, llegó a remitir a la Audiencia Nacional un escrito en el que reconocía haber recibido dichas transferencias de dinero en su condición de "agente de valores", pero que se negaba a identificar al beneficiario de las mismas ya que de hacerlo incumpliría "la normativa sobre secretos bancarios de Uruguay". Tras esta respuesta, el juez Ruz dictó el pasado 2 de abril un nuevo auto en el que solicitaba a las autoridades de Montevideo su colaboración para rastrear dichos movimientos millonarios de dinero. Sin embargo, aún no ha recibido respuesta, como el propio magistrado español reconocía precisamente en su último escrito.

Un contrato bajo sospecha

Y no lo ha recibido porque su colega Valetti aún mantiene secreto el sumario que instruye y que, como informó a la Justicia española el pasado mes de noviembre, no puede facilitar ningún dato en esa situación. Sin embargo, parte de esa información sí es pública ya que el diario uruguayo Sudestada la sacó a la luz hace un mes. De hecho, el propio magistrado Valetti llamó a declarar el pasado 20 de mayo a los periodistas autores de las informaciones para que aportaran la documentación utilizada para redactar sus exclusivas. Entre ellos se encuentra un acuerdo firmado en 2009 entre una empresa minera canadiense, Silverado Gold Mines Inc, y una mercantil radicada en las Islas Vírgenes británicas llamada Ashborne Finance Ltd. Este contrato, que Vozpópuli ha localizado y cuya primera página reproduce bajo estas líneas, abría entonces la puerta a la sociedad radicada en el paraíso fiscal caribeño a adquirir acciones de la mercantil minera por un valor mínimo de 3 millones de dólares y un máximo de 100 millones.

Una operación financiera en apariencia ajena a Luis Bárcenas y que, sin embargo, adquiere sentido cuando se analizan las fechas del acuerdo y, sobre todo, el accionariado de Ashborne Finance Ltd. Y es que esta última es controlada al 100 por 100 por los mismos empresarios que tienen en su poder la totalidad de las participaciones de Lidmel Internacional, la empresa que en junio de 2009 recibió un millón de euros desde las cuentas suizas del extesorero. Se trata de los hermanos uruguayos Ignacio, Luis Enrique y Luis Santiago Giménez Tournier, y los argentinos Guillermo Garat, Virgilio Rafael Mayol, Alejandro Javier Schcoinik y Norberto Antonio Pérez, según la documentación incorporada al sumario que instruye el juez Valetti. Las otras personas que figuran como directivos son, supuestamente, meros testaferros.

La empresa que firma el acuerdo con la sociedad minera es propiedad de los mismos accionistas que Lidmel Internacional, la mercantil que recibió un millón de euros en 2009

Sin embargo, la relación entre ambas empresas no se limitan a esta coincidencia entre los propietarios, ya que también se intercambiaron en 2009 importantes cantidades de dinero a través de las cuentas que tanto Lidmel Internacional como Ashborne Finance tenían entonces en Uruguay y en EEUU. Según los registros del Banco Central del país sudamericano, la primera recibió en un depósito en Estados Unidos transferencias por un total de 5 millones de dolares. De ellos, al menos 4 millones habían sido enviados por la empresa radicada en las Islas Vírgenes británicas.

A los investigadores uruguayos también les ha llamado la atención la fecha en el que se firmó el acuerdo entre Ashborne Financ y la empresa minera: el 6 de mayo de 2009, poco después de estallar el' caso Gürtel' y sólo un mes antes de que Bárcenas enviara el dinero a Lidmel Internacional. En aquel momento, la sociedad canadiense pasaba por apuros económicos y la firma del acuerdo fue aplaudida públicamente por los directivos de Silverado Gold Mines como un elemento clave "para la financiación de nuestras actividades comerciales en curso en la difícil conyuntura económica". Entonces, la mercantil tenía en marcha la extracción y explotación de tres minas de oro en Alaska (EEUU), además de un proyecto para desarrollar un combustible líquido derivado del carbón. Ahora, el juez Valetti quiere saber si el dinero de Bárcenas sirvió para reflotar este negocio aurífero.

LA 'MALA PATA' DEL EXTESORERO CON EL ORO 

Luis Bárcenas siempre ha intentado justificar ante el juez Pablo Ruz los millonarios saldos de sus cuentas suizas con su supuesta buena vista para los negocios y las inversiones en bolsa. Sin embargo, los informes que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía ha ido incorporado en los últimos meses al sumario del caso Gürtel destacan que no siempre era así, ni mucho menos. De hecho, el político 'popular' perdió en 2010, cuando ya estaba imputado en la causa, cerca de 60.000 euros en la compraventa de 28 lingotes de oro. 56 kilos del metal precioso por los que pagó 1,2 millones de francos suizos (cerca de un millón de euros) y de los que se desprendió menos de dos meses después por 1,1 millones. "No recuperó con la venta lo invertido en la compra", destacan los agentes autores del documento policial.

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