Quantcast

España

"Mañana se debe proteger el derecho a la huelga. Para el trabajo ya hay otros 365 días"

Los líderes sindicales queman los últimos cartuchos antes de la huelga

Los representantes de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo declaraban en la televisión pública que la huelga general convocada para este jueves sería pasiva, muy pacífica y muy democrática. Además, es un día para reivindicar el derecho a la huelga. "Animamos a la gente a que participe, a que decida llevar a cabo su derecho constitucionalmente reconocido. Quien decida ejercer su derecho al trabajo también podrá hacerlo, pero para reivindicar ese derecho ya tenemos los otros 365 días del año. Mañana es un día concreto para el de huelga", respondían, dejando claro que su intención no es buscar altercados con quien decida trabajar. 

Toxo y Méndez volvían a reiterar, una vez más, que no habían mantenido ninguna reunión con el gobierno antes o después de haber aprobado la reforma laboral, en contra de lo que se proclama desde Moncloa, donde aseguran que hubo hasta 32 encuentros. "No hubo ni una sola negociación con las organizaciones sindicales. Tuve reunión privado-pública con la vicepresidenta al día siguiente de aprobar la reforma", declara Méndez. Ante la pregunta de que si la pudo haber a otro nivel, no con los líderes, Toxo añadía que tampoco tenía conocimiento. "Es la primera vez q sucede en la corta historia de la democracia española que el gobierno no se reúne con los sindicatos. Sí lo hicimos con Angela Merkel, que pidió una reunión con los sindicatos españoles aprovechando una visita nuestra en Berlín. Con el Ministerio de Trabajo hay contactos técnicos, pero no reuniones de negociación sobre la reforma", explicaba.

"Se pondrá encima de la mesa que no estamos dispuestos a permanecer impasibles ante medidas que recortan el presente y arrebatan el futuro"

Ambos líderes coninciden en que la huelga no perjudicará la imagen de España en el exterior, algo que pudo haber insinuado ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos. "Lo que perjudica nuestra imagen es que un dirigente empresarial trate a los españoles como vagos consentidos a los que hay que enviar a Laponia. También que haya empresarios desaprensivos que provocan que se dejen de recaudar recursos en España que equivaldrían a lo que se recaudará de aquí a 2013. No creo que en ningún país democrático el ejercicio de un derecho constitucional como es el de la huelga perjudique la imagen estatal, no lo creo en absoluto", sentenciaba Méndez. 

En opinión de los sindicalistas, la huelga será un éxito si el gobierno se plantea sentarse a negociar, pero esas valoraciones se harán al día siguiente de una jornada que esperan exitosa. "El trabajador pondrá encima de la mesa que no está dispuesto a permanecer impasible ante medidas que recortan el presente y arrebatan el futuro. Eso se debe tener en cuenta por los grupos parlamentarios. Estamos convencidos de que habrá un cambio porque aquí se usa y abusa de la propaganda para adormecer a la sociedad, para llevarla a la inacción, el conocido ‘esto no va a servir para nada', etc. El Gobierno hace lo contrario de lo que dice, subir impuestos, abaratar el despido...", comentaban en su entrevista con Ana Pastor.

Buscan una manifestación pacífica

Cándido Méndez dejaba claro que los primeros interesados en llegar a acuerdos sobre los servicios mínimos habían sido los sindicatos, y que la jornada pretendía ser noticia por la participación y no por altercados. "Vamos a ser muy firmes en el ejercicio del derecho. En España la norma ha sido la normalidad en el ejercicio. Será pasiva, muy pacífica, muy democrática. Vamos a trabajar para que la gente libremente decida participar o no. Nadie más interesado que nosotros en evitar que alguien pueda seguir alimentando esa idea de que huelga o manifestación es igual a conflicto de orden público. Tenemos que ser muy rigurosos con aquellos sectores que pretendan impedir el libre ejercicio de la gente. Este día prima el derecho de participar en la huelga", aclaraban.

Pero una vez más, centraban su discurso en que la jornada del 29-M es la elegida para el derecho a la huelga, porque "el derecho al trabajo debería ser objeto de protección por parte del Gobierno todos los días. Quieren reducir la capacidad de convocatoria de huelga con una incipiente modificación de la Ley de Huelga que empieza a vislumbrarse. La Constitución Española (artículo 28.2) ha querido proteger la huelga como derecho fundamental y yo (Toxo) opino, aunque sea subjetivo, que el día de huelga, excepción en las relaciones de trabajo, prima el derecho a participar abiertamente en la huelga y así se protege. No contemplo un escenario de fracaso de la huelga, creo q va a ser muy masiva, muy visible, y espero tenga repercusión sobre la acción del Gobierno. El éxito no es sacar gente a la calle, sino conseguir los resultados que estamos planteando". 

En la misma línea se movía Cándido Méndez, al afirmar que la huelga es un "derecho fundamental, un objetivo político marcado en la Constitución. El día que se convoca es un derecho a proteger por aquellos que lo ejercen. El derecho al trabajo se invoca los 365 días del año. Naturalmente, quien quiera ir a trabajar podrá hacerlo. Recalco que mañana aquel que quiera ir a la huelga debe estar protegido en su derecho. Mañana es el día de un derecho fundamental, que se respete y se proteja, sentenciaba el sindicalista. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.