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España

Un ugetista con 'tarjeta black' admite haber cargado "dos veces" a Caja Madrid los gastos de gasolina

Un preferentista se manifiesta con un cartel alusivo al uso de las tarjetas black.

Pedía el sobreseimiento y ha terminado facilitando nuevos indicios en su contra. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, ha rechazado levantar la imputación contra Rafael Torres Posada, dirigente de la UGT Madrid que fue titular de una de las polémicas 'tarjetas black', después de que el propio sindicalista reconociera en un escrito con el que intentaba autoexculparse que cargaba dos veces a Caja Madrid los gastos de kilometraje por sus desplazamientos como miembro de la Comisión de Control de la entidad. El auto del juez, dictado este miércoles y al que ha tenido acceso Vozpópuli, destaca que Fiscalía Anticorrupción ha utilizado este "significativo" detalle del recurso del 'ugetista' para oponerse de plano a sacarle de la causa de las 'visas opacas'. Considera que el mismo "fortalece y ratifica los indicios de criminalidad" que ya pesaban sobre él, sobre todo respecto al delito de apropiación indebida.

Anticorrupción considera que el escrito presentado por Torres Posada para pedir el sobreseimiento tiene el efecto contrario ya que su confesión "fortalece y ratifica los indicios de criminalidad" que ya había contra él

El auto de Andreu rechaza así los argumentos esgrimidos por Rafael Torres en un escrito presentado el pasado mes de septiembre. En el mismo, insistía en que todos los cargos que hizo con su 'black' (79.076 euros entre 2003 y 2007) tuvieron supuestamente como único destino cubrir gastos sindicales para pedir su desimputación. Para ello detallaba que, de esa cantidad, 37.740 euros fueron destinados a "transporte"; otros 17.660, a papelería; 12.334 más, a alojamiento; 7.935, a "manutención/comidas", y los 3.405 últimos, a "otros". Al detallar la primera partida, el sindicalista reconocía que en la misma, además de recoger "los billetes de ferrocarril, autobús y avión", también incluía gastos de combustible ya que realizaba viajes con su propio vehículo "por el territorio en el que Caja Madrid estaba implantada y que abarca todo el territorio nacional". Por ello, la entidad financiera le abonaba "un importe mensual en concepto kilometraje por la asistencia a las reuniones de la Comisión de Control, que eran cuatro o cinco al mes" y que dicha cantidad iba directamente a la cuenta del sindicato "junto con la dieta de asistencia". Pese a ello, confesaba que 'tiraba' de la 'black' porque, recalcaba en el escrito, de aquel dinero no recibía nada ya que todo se lo quedaba el sindicato.

Es esta explicación lo que ha llevado ahora a la Fiscalía Anticorrupción a considerar que Rafael Torres ha confesado que "los gastos derivados del kilometraje para la asistencia a las reuniones de la Comisión de Control eran cobrados dos veces: una mediante ingreso en la cuenta del sindicato y otra a través del uso de la tarjeta". Un hecho que el representante del Ministerio Público considera que "no hace sino confirmar lo inadecuado de acceder al sobreseimiento solicitado, dado que esa afirmación fortalece y ratifica los indicios de criminalidad que ya pesan" sobre él. Además, el fiscal también considera que el argumento principal que el dirigente madrileño de la UGT esgrimía en su escrito de que todos los cargos que hizo con la 'visa opaca' tuvieron como fin cubrir precisamente "gastos propios del sindicato al que pertenecía", más que una causa de exculpación, son la constatación de "indicios razonables de la comisión de un delito de apropiación indebida" por parte de este usuario de las 'black'. Por todo ello, Anticorrupción pidió al magistrado que desestimase su sobreseimiento. El juez Andreu le ha hecho caso y este miércoles decidió mantener a Rafael Torres como imputado.

Gastos sindicales

El escrito con el que el sindicalista ha intentado exculparse detallaba también que "la mayor parte de los gastos de transporte" no estaban a su nombre sino al de otros miembros de la UGT porque con su 'visa opaca' se cubrían los viajes "de miembros de la Comisión Ejecutiva Estatal de la Sección Sindical de UGT en Caja Madrid así como de Consejeros Generales de la Sección Sindical". Desplazamientos que, añadía, buscaban informar a los trabajadores de la entidad "de la actividad en la Comisión de Control" a la que él pertenecía. Idéntico argumento esgrimía sobre los gastos de alojamiento. Así, aunque aseguraba que una parte fueron hechos en hoteles en los que él se alojaba "con motivo de viajes o visitas a ciudades con sucursales de Caja Madrid" para mantener reuniones con delegados y trabajadores del banco, otros correspondían a la estancia de otros compañeros ugetistas. En este sentido, destacaba los "numerosos pagos" en el Hotel Sancho de Madrid, que adjudicaba al dos compañeros que residían en Valencia y una localidad de Palencia.

El dirigente madrileño de la UGT justifica el cargo a su 'black' de varias comidas en que las reuniones del Consejo de Control de la entidad eran por la tarde "y, por tanto, fuera de su horario laboral"

Respecto a los gastos de papelería, aseguraba que correspondían a facturas por la edición de "publicaciones, informes y circulares de la Sección Sindical dirigidas a los trabajadores de la entidad, que suponían bastantes miles de ejemplares". Con ellos Torres Posada aseguraba que "se les comunicaba y explicaba la actividad de la Sección Sindical en su representación diaria tanto en la Asamblea General de la entidad, así como en la Comisión de Control". Sobre los de manutención, reconocía que "algunas de la comidas" eran suyas "con motivo de las reuniones de la Comisión de Control de Caja Madrid, las cuales se celebraban al menos un día a la semana por la tarde y, por lo tanto, fuera de su horario laboral". Sin embargo, también admitía que otra parte no tenía nada ver con dichos encuentros. Algunas las celebraban nueve miembros de la UGT "al menos una vez al mes para, entre otras cosas, decidir y planificar coordinadamente la actuación en las reuniones semanales de la Comisión de Control y en los Órganos de Gobierno [de Caja Madrid]". Otras, "seis consejeros del Sector Empleados por la Sección Sindical con motivo de las reuniones de la Asamblea General de Caja Madrid precisamente en los días de su celebración". Finalmente, incluía las que celebraba con otros representantes de la UGT y trabajadores de la entidad cuando realizaba visitas fuera de Madrid.

En el apartado genérico de "gastos", en los que cargó 3.405 euros, Torres Posada incluía recargas de "escaso importe" de su teléfono móvil que utilizaba "para el desempeño" de su cargo en Caja Madrid. También reconocía "cinco cargos en la tienda de ropa y complementos Cortefiel" por 878,72 euros que tenían como objeto comprarse ropa para acudir, precisamente, a las reuniones del Consejo de Control de Caja Madrid. Según destacaba, dichos gastos eran fruto de la recomendación de la propia entidad de utilizar un determinado "vesturario que no era el habitual" en él ni tampoco "el necesario para su trabajo". No obstante, destacaba que eran "compras esporádicas y de no muy elevado importe", y que utilizaba la 'visa opaca' porque era un "gasto personal que no habría tenido sin ostentar el cargo institucional". Por todo ello, consideraba que todos los cargos que hizo con su 'black' eran propios "al desempeño de las funciones inherentes como miembro de la Comisión de Control en representación de los trabajadores de la Caja en nombre de la Sección Sindical de UGT" y solicita el sobreseimiento libre y el archivo de la causa contra él. Un argumento que, sin embargo, han rechazado ahora Anticorrupción y el propio juez Andreu sobre todo después de que admitiese que pasaba a Caja Madrid dos veces los gastos de kilometraje.

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