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España

Susana Díaz, a la desesperada, acepta que gobierne la lista más votada pero Ferraz se opone

Pedro Sánchez con Susana Díaz, en la sede central del PSOE.

La forma en que Susana Díaz sobreactuó en la noche electoral del 22 de marzo para enaltecer su triunfo sobre el PP, la está pasando factura con un coste que ni ella misma había previsto. Después de fracasar en tres sesiones de investidura, la presidenta en funciones está dispuesta a transigir con las condiciones que le ha puesto el PP para que gobierne la lista más votada en los ayuntamientos después de las elecciones del domingo, 24. Sin embargo, se ha encontrado con el férreo rechazo de Pedro Sánchez y de su equipo de confianza: ni oír hablar de pactos con los populares, al menos hasta después de las elecciones generales.

La presidenta andaluza en funciones ha roto de forma abrupta su sintonía con Felipe González

Lo peor que lleva Susana Díaz, según fuentes del PSOE andaluz, es la rapidez con la que ha visto caer su popularidad y también la abrupta interrupción de su cercanía a Felipe González, principal motor, en un principio, de muchas de sus actitudes. “Ahora lo único que le interesa a Susana es su investidura para legitimarse como presidenta en sus primeras decisiones. Y para ello es proclive a aceptar que el partido tenga que renunciar a acuerdos con Podemos en algunos ayuntamientos y, por tanto, a dejar que gobierne el PP allí donde sea el más votado”, señalan las fuentes.

Es algo que no está en las coordenadas de Pedro Sánchez por tres razones que esgrimen en su equipo. La primera, que acuerdos como el de respetar que gobierne la lista más votada no pueden sustanciarse en un territorio, sino que tienen que ser de ámbito estatal y ser negociados al máximo nivel por los dos grandes partidos. La segunda, que un pacto de este tipo le dejaría al PSOE fuera de numerosos gobiernos municipales en los que después del próximo domingo, 24, estará en condiciones de sellar equipos de gobierno con Podemos e, incluso, con Ciudadanos. Y la tercera, que una operación de este tipo entre el PSOE y el PP andaluz tendría una enorme repercusión en el resto de España y alentaría el fantasma de la gran coalición entre los dos principales partidos en pleno ciclo electoral, algo que quiere enterrar a toda costa Sánchez para poder conservar, al menos, la hegemonía dentro de la izquierda en la próxima legislatura.

Ferraz ha advertido a Susana Díaz que hay pactos que solo pueden hacerse con el PP a nivel nacional

En las elecciones municipales de 2011, el PP se hizo con el control municipal de las ocho capitales andaluzas con una ventaja superior a siete puntos sobre el PSOE, pero en las que se celebrarán dentro de semana y media es previsible que pierda la mayoría absoluta en todas ellas y que los socialistas, si los escándalos no se lo impiden, estén en mejores condiciones de establecer mayorías de gobierno gracias al apoyo de Podemos. Es algo que refleja el reciente barómetro del CIS y que no pierden de vista la mayoría de los barones regionales que apoyan a Pedro Sánchez en su firme oposición a firmar un pacto general en toda España para dejar que gobierne la candidatura más votada en el ámbito municipal.

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