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España

La Diada activa la cuenta atrás de la fractura del frente soberanista en Cataluña

Después de la movilización popular conseguida este jueves en la Diada, CiU, ERC, Iniciativa, la CUP y la Asamblea Nacional Catalana tienen puesta su mirada en la aprobación por el Parlament de la ley de Consultas. Se producirá el próximo viernes, 19, y la consideran una especie de salvoconducto para disfrazar de legalidad el referéndum de noviembre. Será un debate que dará mucho que hablar ya que a la aprobación de esta norma se sumará el Partido Socialista de Cataluña (PSC), sembrando de nuevo serias reservas en el resto de las federaciones del PSOE por la desorientación que esta decisión provocará entre los electores. ¿Es coherente apoyar la ley de Consultas y, al mismo tiempo, oponerse al referéndum del 9-N? En el debate que se celebrará en el Parlament planeará el resultado que la víspera salga del referéndum sobre la independencia de Escocia. El triunfo del ‘no’ significaría un serio varapalo en el ánimo de la tropa que escolta a CiU en esta aventura y un éxito del ‘sí’, le aportaría abundante oxígeno.

El debate en el Parlament sobre la ley de Consultas se celebrará un día después del referéndum escocés

La segunda fecha anotada en el calendario es la del lunes 22 de septiembre. La ha elegido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para firmar el decreto de convocatoria de la consulta soberanista. Esta rúbrica descansa en el compromiso que Mas contrajo con Esquerra Republicana, sobre todo, para sacar adelante el proceso. Oriol Junqueras (ERC) considera que el solo hecho de que un presidente de la Generalitat convoque a los catalanes a un referéndum a favor de la independencia supone un hecho “rupturista” que carece de precedentes. Algo que considera pasará a la historia.

Doble recurso contra la ley y la convocatoria

El Gobierno ya tiene preparado un doble recurso al Tribunal Constitucional para invalidar esta convocatoria. El primero persigue la suspensión de la ley de Consultas y el segundo la anulación del decreto. Desde La Moncloa se proyecta acompañar ambos recursos de un discurso político firme y potente que no pase, en ningún caso, desapercibido.

La coronación en esta secuencia de pulso al Estado llegará, previsiblemente, el 7 de octubre, fecha en la que el Gobierno espera que el Constitucional admita a trámite los dos recursos, un paso que significará automáticamente la suspensión cautelar de la ley y del decreto que convocará al referéndum.

ERC: votar en la "anormalidad"

Artur Mas ha trasladado a la cúpula de CiU que todavía no ha sido capaz de pactar con Oriol Junqueras la respuesta que dar al bloqueo por parte del Constitucional de la consulta soberanista. A todos los interlocutores con los que se ha entrevistado en los últimos meses, Mas les ha reconocido que no vulnerará la legalidad y, por tanto, no habrá referéndum. Sin embargo, Esquerra Republicana y sus satélites, la Asamblea Nacional Catalana, además de la Candidatura de Unidad Popular, apuestan por sacar las urnas a la calle y celebrar la consulta aunque sea en condiciones de “anormalidad” De hecho, en la dirección de ERC se habla de una foto que también prevén histórica: la de Artur Mas, todo un presidente de la Generalitat, acudiendo a votar sin poder hacerlo. En opinión de los diputados de ERC que trabajan la mayor parte de la semana en Madrid, “esta foto debe dar la vuelta al mundo” y marcará un antes y un después en el guion previsto.

ERC quiere que la foto de Artur Mas acudiendo a votar sin poder hacerlo de la vuelta al mundo

Al margen de cómo se desarrolle el 9-N, lo que todos los actores vinculados al problema catalán tienen claro es que va a ser muy difícil evitar el agrietamiento del frente soberanista cuando después de la jornada se haya constatado la imposibilidad de hacer la consulta y tenga que decidirse la respuesta que se da al Gobierno. Hay un sector del independentismo que trabaja sobre la apuesta de un adelanto electoral, otro que aboga por una declaración unilateral de independencia y otro, más pragmático, que solo encuentra ventajas en el agotamiento de la legislatura. Ponerles a todos ellos de acuerdo se antoja una misión imposible, se admite en la cúpula de CiU.

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