Quantcast

España

Las excusas de Blesa y Rato sobre sus 'visas black': "No eran tarjetas secretas ni irregulares"

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, tomó el pasado jueves declaración en calidad de imputados a los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y a la mano derecha de ambos durante sus mandatos -en su condición de director general-, Ildefonso Sánchez-Barcoj. Las declaraciones que los tres prestaron en la Audiencia Nacional por su responsabilidad en el escándalo de las tarjetas opacas de la entidad fueron grabadas por orden del propio Andreu. Vozpópuli ha tenido acceso a los archivos sonoros.

Blesa defiende que las tarjetas se idearon antes de su llegada a la caja y cuando le dieron la suya le dijeron que podía disponer de ella libremente para gastos. "Para gastos no, para gastarlo"

En su declaración, Miguel Blesa contesta a las preguntas del fiscal, que comienza el interrogatorio pidiendo una información muy concreta: cuál es el origen de las tarjetas y de quién fue la decisión de emitirlas. Blesa da las explicaciones pertinentes, pero siempre aludiendo a los anteriores gestores de la caja y señalando el "año 1988 y los sucesivos acuerdos como el origen de las tarjetas". El exdirectivo explica que fue presidente de la entidad desde septiembre de 1996, pero antes, desde 1994, fue miembro del Consejo de Administración y ya entonces recibió una visa, al igual que el resto de consejeros. "Cuando tomé posesión del cargo recibí una tarjeta y se me dijo que era un complemento retributivo, un incentivo que se podía emplear para gastos de representación o libre disposición" (...) "Así se le daba a todo el mundo". Cuando fue consejero, Blesa cree que quien le entregó la tarjeta fue "el secretario general del momento, que es quien tenía relación con los consejeros", el fallecido Miguel Ángel Montero; mientras que quien le facilitó la visa ya como presidente "debió ser el responsable de Recursos Humanos, don Manuel Gutiérrez".

Blesa se justifica diciendo que era un sistema que ya existía cuando llegó a Caja Madrid y él no lo cuestionó. "Cuando llego no pregunto por el fundamento normativo o los acuerdos que respaldan todas y cada una de las actividades de la caja. Uno admite que estas cosas tienen un fundamento", dijo al fiscal. Ha sido ahora, prosigue Blesa, cuando ha sabido dónde estaba el origen de esas tarjetas porque "hemos conseguido (él y su abogado) una serie de actas donde se recoge la decisión de dar las tarjetas".

El expresidente de la caja relata cómo en una Comisión Ejecutiva del año 1988 donde se plantea la retribución de los consejeros, que se consideraba insuficiente, se determinó que ese problema no se resolvería elevando las dietas al límite que establecía el Banco de España. Al día siguiente, se acuerda que hay que buscar un sistema que compense los gastos en los que se pueda incurrir por el ejercicio de la función. Según Blesa, en junio de 1994 y en el Consejo de Administración de 1995 se habla ya de la concesión de esa tarjeta, es decir antes de que él llegara a la presidencia. 

El fiscal cuestiona que ése complemento retributivo tenga relación con las actas a las que se refiere Blesa y éste aclara que "se hace con la titularidad de una tarjeta de la que se puede disponer libremente para gastos. Para gastos no, para gastarlo", especifica. Sobre quién fijó el límite de las tarjetas y el criterio con el que se hizo, el presidente respondió que él se encontró ya establecidos unos límites determinados. "A partir del año 1996, cuando yo tenía la responsabilidad como presidente, periódicamente se actualizaban los límites dando por buena la propuesta que a mí me llegaba. Blesa utiliza la ambigüedad para no asumir la responsabilidad última sobre este asunto: aunque él daba el visto bueno y él lo elevaba a otro órgano, "la decisión era el Comité de Medios que era quien lo aprobaba". Niega además que diera la tarjeta a Sánchez-Barcoj, "porque no era yo quien daba físicamente las tarjetas".

Rato explica al fiscal que "antes de llegar a la presidencia Caja Madrid sabía que el Consejo de Administración tenía estas tarjetas por otras personas e incluso lo había leído en los medios de comunicación muchos años antes"

El mismo argumento que utilizó Blesa y Sánchez-Barcoj ("El sistema de tarjetas no lo creé yo, lo heredé") fue al que se aferró también Rodrigo Rato, que declaró que él no toma la decisión porque las tarjetas ya están emitidas. "Cuando llego a Caja Madrid a finales de febrero de 2010 el director financiero (el señor Sánchez-Barcoj) me entrega dos tarjetas, una de representación de gastos y otra de gastos particulares". En ese momento, prosigue Rato, "yo entiendo que es una tarjeta que está englobada en mi remuneración y que es por lo tanto una tarjeta de uso personal, que además tiene un tope, y lo que se me explica que todos los miembros del Comité de Dirección tienen una tarjeta similar con topes distintos según las responsabilidades, por lo tanto entiendo que están ligadas a la retribución pactada en cada caso". Aunque no recuerda si le mencionaron la palabra "retribución", insiste en que se le dice que es una tarjeta de uso personal, para gastos de representación ya le habían entregado otra. 

Rato argumenta en todo momento que eran tarjetas conocidas. "Antes de llegar a la presidencia Caja Madrid sabía que el Consejo de Administración tenía estas tarjetas por otras personas e incluso había leído en los medios de comunicación muchos años antes la existencia de estas tarjetas". Explica el expresidente de Bankia que se establecieron en Caja Madrid en los años 90 y formaban parte del concepto retributivo que tenía para sus consejeros y sus directivos. Los límites se le explicaron pero ya estaban fijados: "Nunca los renové ni los revisé". Asegura Rato que no le explicaron los criterios con los que se emitieron, pero sí con los que se aplicaban: eran gastos personales y tenían un límite.  

El fiscal pregunta a Rato si una vez que asume la presidencia modifica este régimen, o cambia alguno de los beneficiarios. "No tomo ninguna decisión sobre este asunto. Es un instrumento de pago y como tal tenía que estar sometida a la fiscalidad de cualquier retribución. No recibo ninguna información que me haga pensar otra cosa ni de la Dirección de Medios, ni de la Dirección Tributaria ni de la Secretaría General, ni de la Dirección Financiera, ni de ningún miembro del Consejo y durante los dos años que estoy en la presidencia de Caja Madrid-Bankia el tema de las tarjetas no es objeto de ninguna preocupación", explica Rodrigo Rato. 


Las explicaciones de Sánchez-Barcoj:  

Declaracion Barcoj

Los argumentos de Rodrigo Rato:

Declaracion Rato

Las respuestas de Miguel Blesa:

Declaracion Blesa

Rato justificó así los seis millones que recibió de Lazard:

Declaracion Blesa

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.