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España

La prensa alemana exhibe a Corinna, la 'princesa' de clase media compañera del rey

La polémica por el viaje del rey a Botsuana y su supuesta amistad especial con Corinna Sayn-Wittgenstein ha traspasado fronteras para instalarse en Alemania. Varios medios germanos, como ‘Das Bild’ o ‘Die Welt’ dedican páginas estos días al escándalo que ha vivido la familia real en las últimas semanas.

Sin ceñirse a la censura y sin cortapisas, la prensa alemana relata con todo tipo de detalles la relación entre el rey y la princesa alemana, así como con otras mujeres a lo largo del tiempo.

Los jefes de Estado cometen errores

El diario ‘Die Welt’ entiende el escándalo generado a raíz de las imágenes en Botsuana y se hace eco del que consideran “el discurso más corto” del monarca en sus 36 años de reinado. “No hubo mención ni a elefantes, ni a safaris, pero la gente entendió el mensaje: incluso los jefes de Estado cometen errores”.

Este medio se pregunta si el rey Don Juan Carlos atraviesa algún tipo de “crisis existencial al final de su vida”. “Cada vez aparece más desaliñado, sin afeitar, y con actitudes de lo más vergonzoso”, justifican.

Para los editores de Die Welt, el safari en Botsuana es el primer escándalo que afecta directamente a la persona del rey, ya que hasta el momento los ataques se habían concentrado sobre sus yernos, “uno por consumo de cocaína y otro por fraude fiscal”.

La amiga del rey

“De siempre se ha conocido su debilidad por las mujeres hermosas, pero los medios de comunicación españoles siempre han sido muy discretos y comprensivos al respecto”, aseguran.

Para el periódico, la prensa del corazón sigue describiendo a Corinna como la ‘amiga especial’ del rey. Sin embargo, ellos dan por sentado que la princesa alemana, de 47 años, vive en El Pardo y que se dedica a organizar safaris entre la alta sociedad, motivo por el cual acompañó al rey en su viaje a Botsuana.

“Sin embargo la lista de conquistas es larga, y la reina Doña Sofía ya ha aprendido a lidiar con las travesuras de su esposo, desde que en 1976 le sorprendiera en compañía de la actriz Sara Montiel”. El diario cita entre otras a María Gabriela de Saboya, Olginha Nicolis o incluso Lady Di, como nombres que han sido relacionados en algún momento con el rey Juan Carlos I.

"Corinna suele acompañar al rey en viajes oficiales, donde es considerada su 'compañera'

Un estilo de vida peculiar

El tabloide 'Bild Zeitung' destaca la figura de Corinna como acompañante habitual del rey en sus viajes oficiales y apunta incluso a que Don Juan Carlos se refiere a ella como su “compañera”.

Elaboran un perfil de esta 'princesa', que conoció al rey en una cena de gala en el castillo de Schöckingen, durante un viaje a Baden-Wuerttemberf en febrero de 2006.

Hija del director europeo de una aerolínea brasileña, Corinna se crio en Fráncfort, en el seno de una familia de clase media. “Desde el principio, su padre intentó rodearse de personas influyentes y frecuentó Marbella, donde Corinna se aficionó a la buena vida y a la compañía de personajes ricos y famosos, explican en Bild.

Su padre siempre se quejó del “estilo de vida peculiar” que llevaba su hija. A los 27 años y sin haber estudiado, se casó con un acaudalado inglés, Philip Atkins, con quien tuvo una hija. Años después se divorciaba, no sin antes haber iniciado una relación con un multimillonario alemán perteneciente a la dinastía Mercedes.

En el verano de 2000 se comprometió con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, once años más joven que ella. Pese a la oposición del entorno del príncipe, ella siempre esgrimió que “le quería a él y no a su título”. Tras seis meses, el matrimonio se disolvió. “Cuando nació su hijo en 2002, la pareja ya llevaba un tiempo viviendo separados”, afirman.

Se abrió la veda

Según Bild Zeitung, hasta enero de 2012 Corinna podía confiar en la discreción de los medios españoles sobre su relación con el rey. Sin embargo, tras su mención en el libro de Pilar Eyre “La soledad de la reina” y los recientes escándalos de la familia real, “la veda se ha abierto”.

De hecho, cuando saltó a la opinión pública la palabra “abdicación”, se intentó borrar toda huella de la princesa, cerrando su apartamento en El Pardo a cal y canto. Ahora se dice que Corinna está en Mónaco.

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