Sables de plata, colmillos de marfil y hasta un ladrillo: así son los regalos recibidos por los expresidentes González, Aznar y Zapatero

Atrás quedaron los tiempos en los que estaba bien visto agasajar con regalos a los presidentes de un país. La concepción de los obsequios institucionales en la sociedad civil -hastiada por las tramas de corrupción- ha experimentado tal evolución que, actualmente, 'el cariño del pueblo' es considerado ya una buena dádiva para darse por satisfecho. Ejemplo de ello es la comparación entre los regalos recibidos públicamente por el presidente en funciones, Mariano Rajoy, como el ejemplar de Juan de Mairena, del escritor sevillano Antonio Machado con el que le sorprendió Pablo Iglesias en octubre de 2015, con los que yacen en un almacén en el palacio de la Moncloa y cuyos destinatarios no eran otros que González, Aznar y Zapatero.

Joyas de oro, platino, rubíes, zafiros y esmeraldas junto con un botijo o sillas de montar; cimitarras de plata, colmillos de marfil labrado, porcelanas, decenas de bandejas de plata, pero también tricornios, una linterna o un ladrillo... Hasta 1.224 objetos han recibido -aunque no se los han quedado- los expresidentes del Gobierno Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero desde 1982, según revela este viernes la revista Tiempo, que solicitó la información en virtud de la reciente Ley de Transparencia.

En época de González, es decir, entre 1982 y 1996, era habitual que en las visitas de Estado se agasajara con regalos muy valiosos. Hoy, sin embargo, pese a que la austeridad ha ido ganando terreno en este campo de las relaciones institucionales, aún hay países que ofrecen presentes de valores desorbitados, especialmente los pertenecientes a la península arábiga, una costumbre que los servicios de protocolo intentan aplacar informando previamente a sus homólogos de que no se consideran adecuados los regalos caros en las visitas.

Actualmente, los servicios de protocolo informan previamente a sus visitas de que los regalos de alto valor no se consideran adecuados

Según la revista Tiempo, Felipe González recibió 375 regalos en sus 14 años de mandato que pasaron al inventario. En el caso de los ocho años de Zapatero, los obsequios ascendieron a 529 y José María Aznar, por su parte, fue agasajado con 320 en sus otros ocho años como presidente.

El inventario es diferente para cada uno de los mandatarios. Así, el de González no incluye el la procedencia -tanto país como personalidad que lo realiza- de los mismos, mientras que el de Aznar nombra el origen de algunos y el de Zapatero de todos ellos. Por otro lado, de acuerdo a la publicación semanal, el inventario de González es el más parco en palabras al describir los objetos, mientras que los detalles que describen los de Aznar son muy minuciosos.

¿Agasajos a Rajoy?

En cuanto a los regalos recibidos por el actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, Presidencia del Gobierno ha explicado a la revista que los listados que los engloban se realizan al finalizar los mandatos de cada presidente, en concreto, con aquellos objetos que se van a quedar en manos del Estado. Por ello, aún no existe una relación de los atesorados por Rajoy durante su mandato.

De esta esta forma, Presidencia se suma así a la iniciativa promovida por el rey Felipe VI desde la Casa Real de poner en conocimiento del pueblo los regalos recibidos por los monarcas. La lista -publicada por primera vez el 1 de abril de 2015, tal como se comprometió en el código de conducta aprobado en La Zarzuela- contenía hasta 326 enseres recibidos el pasado año. A diferencia de la decisión adoptada por Moncloa, institución que publica los presentes destinados a exdirigentes del Gobierno, una vez finiquitado el mandato, Zarzuela no ha hecho público el inventario de los agasajos recibidos durante todos los años de reinado de Juan Carlos I ni del destino de estos, a excepción del yate Fortuna o los dos Ferraris de parte de un jeque de Emiratos Árabes que recientemente se han sacado a subasta.

No obstante, en los inventarios no figuraría el valor económico de los regalos institucionales. Ya se sabe, "A caballo regalado, no le mires el dentado".