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España

Rajoy busca su primer golpe de efecto con un Gobierno de pocas carteras

Gobierno hiperreducido, incluso por debajo de los diez ministerios; secretarios de Estado potentes, casi como viceministros, e inglés, mucho inglés. Mariano Rajoy no presume de cuaderno azul como su antecesor en el partido, José María Aznar, pero calladamente estudia un modelo de Ejecutivo austero, casi monacal, como primer golpe de efecto que dar ante los ciudadanos si gana las elecciones.

 La idea que está barajando el líder del PP pasaría por crear una serie de grandes áreas de gobierno -como economía, políticas sociales o proyección exterior, por poner unos ejemplos- en las que situar a un par de ministros de perfil muy, muy político por cada uno de esos grandes capítulos. Los segundos niveles de la Administración, esto es, los secretarios de Estado, tendrían una configuración a la británica, muy potentes, como si se trataran de una especie de viceministros, concepto bastante novedoso en la política española. En su caso también tendrían una gran proyección pública.

 Si ya de cara a los comicios autonómicos del pasado 22 de mayo, Génova obligó a sus presidentes de Comunidad a que no diseñaran ejecutivos que tuvieran más de diez consejerías como señal de austeridad en el gasto, Rajoy ha tomado también buena nota de eso. No deja de ser complejo nombrar un Gobierno tan reducido, sobre todo en la medida en que pueda complicar la funcionalidad del Consejo de MInistros, objetan algunas voces en Génova, de ahí la idea de potenciar la figura y el papel de los secretarios de Estado.


Fusión de Ministerios
Se prevé, por tanto que haya una fusión de ministerios. No sería la primera vez, por ejemplo, que existe un sólo responsable de Justicia e Interior, como lo fue el socialista Juan Alberto Belloch. Sanidad y Educación, que tienen buena parte de sus competencias transferidas a las autonomías, también pueden convertirse en una única cartera, como Industria e Innovación, ahora en manos de Cristina Garmendia y Miguel Sebastián, respectivamente, que han chocado no pocas veces a lo largo de esta legislatura.

Además, unos y otros, ministros y 'viceministros', tendrán que dominar la lengua de Shakespeare porque Rajoy los quiere desde el minuto cero vendiendo la marca España fuera de nuestras fronteras y lanzando un mensaje de confianza en las posibilidades del país. Así, quien no tenga nociones de inglés, poco tendrá que hacer en el nuevo Ejecutivo si el PP gana las elecciones. No deja de ser una paradoja puesto que Rajoy lo comenzó a estudiar hace apenas unos meses y ha confesado que ya no le sigue el ritmo a su hijo de doce años, Mariano Rajoy junior.

Una idea de lo trascendente que es el modelo que maneja el que pueda ser próximo inquilino de la Moncloa lo da la actual composición del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero: trece ministerios y dos vicepresidencias y eso que eliminó las carteras de Vivienda e Igualdad y dejó vacante la vicepresidencia de Alfredo Pérez Rubalcaba cuando lo nombraron candidato del PSOE.

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