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España

Rajoy a los empresarios: "ni un paso atrás en la reforma laboral"

"Ni un paso atrás en la reforma laboral". Es el mensaje que ha transmitido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy a los empresarios, entre ellos al vicepresidente de la CEOE y presidente de la CEIM, Arturo Fernández, que acudió en representación de su organización a la clausura del XVII congreso popular del pasado domingo en Sevilla. Junto a Fernández se sentaba el presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajdores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, que también ha defendido la reforma laboral del Gobierno.

Poco antes, el jefe del Ejecutivo había calificado en su discurso de "justa, buena y necesaria" para España dicha reforma, pendiente ahora de su tramitación como proyecto de Ley, lo que abriría supuestamente la puerta para incorporar modificaciones siempre y cuando, eso sí, no toquen la parte esencial de la misma, tal y como han advertido desde el Ministerio de Empleo, que dirije Fátima Báñez. A lo sumo, parece posible incorporar modificaciones en los capítulos referidos a las mutuas, a la formación y a la lucha contra el absentismo laboral, según ha podido saber Vozpópuli.

En cambio, el Gobierno defiende la constitucionalidad de los contratos de prueba de un año para las empresas de menos de 50 empleados, así como los arbitrajes obligatorios en caso de desacuerdo en la renovación de los convenios colectivos. Según los sindicatos, el Tribunal Constitucional impide a la Administración emitir laudos obligatorios y este será uno de los argumentos a la hora de recurrir la reforma ante el Alto Tribunal tras su aprobación en el Parlamento.

Desde Trabajo se quejan de que la única petición de las organizaciones sindicales ha sido la retirada del Real Decreto "sin presentar ni una sola alternativa". Ayer mismo, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, se reunió con sendas delegaciones de UGT y de Comisiones Obreras encabezadas por Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, respectivamente, pero no hubo ni asomo de aproximación. Alonso reiteró que la voluntad del Gobierno es no acometer ningún cambio sustancial en el trámite parlamentario, mientras que los sindicatos reclamaron una rectificación por entender que la reforma, según explicó Fernández Toxo, altera todos los pilares de las relaciones laborales, desequilibrándolas a favor de los empresarios y en detrimento de los derechos de los trabajadores.

Mientras el texto esté en el Parlamento, dijo Toxo, puede haber posibilidad de acercamiento, y por eso reiteraron la voluntad de diálogo que ya expresaron por carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Los sindicatos creen que esa reforma, combinada con la recesión prevista por todos los organismos, también la Comisión Europea, puede hacer "palidecer" a las actuales cifras de paro. Si no hay cambios sustanciales, añadió después Méndez, la reforma será "como un coche perfectamente diseñado, ergonómico y con buena estructura, pero que sólo tiene una marcha y es hacia atrás", informa Servimedia.

Alonso explicó en declaracipones posteriores a los medios de comunicación que "tomaremos en consideración las propuestas de los sindicatos, pero siempre en el sentido de que este diálogo tiene que ser compatible con seguir adelante con la parte sustancial de la reforma". En este sentido, subrayó que "hay muchas cosas de las que hablar" con las organizaciones sindicales aunque no parece factible, ni de lejos, la posibilidad de una aproximación.

 

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