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España

Rajoy toca a rebato y reúne a sus barones territoriales y diputados para que hagan piña en torno al Gobierno

Rajoy, poco antes de recibir ayer a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre

El presidente del Gobierno ha llamado a rebato a sus presidentes autonómicos y diputados para que cierren filas en torno al Ejecutivo y, muy concretamente, en torno a los Presupuestos Generales del Estado y al ajuste de 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación, cálculo conocido el lunes a través de una nota de prensa. La cita con sus diputados tendrá lugar hoy en el Congreso y estaba prevista desde antes de Semana Santa.

En cambio, la de los presidentes autonómicos se celebrará el próximo sábado en la sede nacional del partido y se cerró en la noche del lunes, lo que da idea de la perentoriedad de la reunión. Y es que son las Comunidades las que más dudas están generando en los mercados y el Ejecutivo necesita de ellas que se comprometan con los techos de déficit así como con el recorte de 7.000 millones en Sanidad y 3.000 en Educación, cifras que, sin embargo, no terminan de dar por cerradas en ninguno de los dos Ministerios.

El Gobierno necesita de todos los apoyos posibles y, para empezar, los de sus propias filas después de un arranque de semana especialmente conflictivo, con la prima de riesgo disparada y la bolsa en caída libre. Claro, que tampoco han ayudado las reflexiones, a título personal, que hiciera el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, sobre asuntos tan sensibles como el copago sanitario, justo el mismo día en que se conoció, a través de una escueta nota de prensa de Moncloa que con la anunciada reforma de la financiación de los servicios públicos “el ahorro previsto superará los 10.000 millones de euros” en educación y sanidad.

Pero a fin de cuentas, se trata de dos competencias transferidas y deberán ser las Comunidades autónomas las que consensen con el Ejecutivo central por dónde meten el tajo que les permita, también a ellas, cumplir el techo de déficit para este año del 1,5 por ciento. Desde el  Ministerio de Educación admiten que “no se puede presentar a las autonomías las cosas como si todo estuviera hecho”, pendientes, como están, de reunir a su interterritorial para tratar este asunto, cita que podría tener lugar la semana que viene. Por su parte, Ana Mato reunirá a su comisión –de la que forman parte los consejeros de sanidad de los gobiernos autonómicos-- el día 18 para tratar sobre gasto farmacéutico, cartera básica de servicios, unificación del calendario de vacunas y de la tarjeta sanitaria y mercado centralizado de compras, todo ello ya puesto en marcha a través de la formación de distintas comisiones.

En quince días

Todo ello se engloba dentro de un amplio paquete de reformas de la financiación de los grandes servicios, tal y como adelantó Vozpópuli el pasado 7 de febrero,  que, según Cristóbal Montoro, podría estar preparado en un par de semanas. Según dijo ayer en declaraciones a RNE, en quince días se aprobará una revisión sanitaria "estructurada y contrastada" que incluirá una redefinición de servicios básicos con la que alcanzar un sistema “más racional y adecuado”. Una de las propuestas estrella, de la que ya informó este medio, es vincular el pago de las recetas de la Seguridad Social a los niveles de renta. Es por ello que la reunión del lunes en Moncloa de Rajoy con los ministros Ana Mato y José Ignacio Wert “no fue algo improvisado”, dado que se viene estudiando ya desde hace semanas cómo redimensionar el capítulo de gastos, aunque la manera de anunciar el ajuste, ahorro o recorte resultó, cuando menos sorprendente, salvo que se realizara para responder al acoso de los mercados. En todo caso, desde Gobierno y PP se aduce que lo que se persigue es “blindar” una serie de prestaciones y de mejorar servicios básicos bajo el principio de que la Sanidad “seguirá siendo pública, gratuita, universal y de la más alta calidad”.

Rajoy romperá mañana su silencio

Mariano Rajoy aprovechará la reunión que mantiene hoy en el Congreso con sus diputados para responder a la controversia suscitada en torno al anunciado recorte de 10.000 millones en sanidad y educación, al acoso de los mercados, a la prima de riesgo disparada y a la caída de la Bolsa, toda una tormenta perfecta sobre la que se intenta eludir cualquier sombra de rescate.

El presidente del Gobierno comparecerá ante su Grupo Parlamentario con el argumento de pedir su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para este año. Ese es el motivo de la convocatoria, como lo fue la reunión de la ejecutiva popular de la semana pasada, pero ahora se necesita mucho más que eso, se necesita de nuevo tranquilizar a los mercados, a Bruselas y a los ciudadanos, ante la sensación de que se estrecha el cerco en torno a España. La intervención será en abierto a los medios de comunicación, fórmula que también escogió en la reunión de la dirección popular contra la que viene siendo la norma habitual.

Hoy ha huido de los periodistas que le esperaban al termino e su intervención en la sesión de control al Gobierno. De hecho, ha cambiado de dirección en cuanto se ha visto rodeado por éstos, escena que es previsible que se reproduzca hoy si sus palabras en la reunión con el Grupo Popular no resultan todo lo clarificadoras que se espera de ellas.   


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