Quantcast

España

Portugal se prepara para una huelga general tras anunciar reformas estructurales

En una audición parlamentaria, Gaspar recordó que la evolución de las reformas, que incluyen un plan de privatizaciones, un aumento de la competencia y la reducción del peso del Estado en la economía, será uno de los temas que examinará la UE y el FMI a cambio de que Portugal siga recibiendo el préstamo de 78.000 millones de euros.

"Ese aspecto (plan de reformas) continuará a ser central en nuestro programa y tendrá una gran atención a la altura del tercero examen regular (de la UE y el FMI)", refirió.

Portugal superó la semana pasada el segundo examen trimestral de ambas organizaciones y se ganó el derecho a recibir unos 8.000 millones más entre diciembre y enero.

El ministro defendió la política de reformas -por su "potencial para lanzar las bases del crecimiento y fundamentar el aumento de la competitividad"-, aunque reconoció que su impacto en la economía es difícil de cuantificar, pues "pueden variar fuertemente de país a país".

"No existe metodología que me permita cuantificar con cualquier grado de rigorel impacto de este tipo de políticas en la crecimiento económico", aseveró Gaspar al responder una pregunta de un diputado socialista.

Portugal, cuyo PIB cayó el 1,7% el tercer trimestre de este año respecto al mismo periodo de 2010, vive la peor crisis económica que se recuerda.

Hoy está convocada una huelga general, la segunda en un año, en contra de los recortes de salarios, pensiones y subsidios sociales aprobados por el Gobierno conservador luso, cuya meta es una reducción del gasto público que lleve a una contracción del déficit del 9,8% en 2010 hasta el 4,6% en 2012.

Los sindicatos pretenden paralizar el país
Los dos grandes sindicatos de Portugal se han unido por tercera vez en 23 años para organizar este jueves una huelga general en su primera prueba de fuerza contra el Gobierno conservador que ganó las elecciones anticipadas de junio. La Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) esperan que el paro sea una gran demostración del descontento social por la política de austeridad del primer ministro, Pedro Passos Coelho.

Ambas centrales sindicales, poco proclives a las acciones conjuntas, se unieron también el año pasado para organizar otra huelga general el mismo 24 de noviembre, aunque entonces contra la política del Ejecutivo socialista que encabezaba José Sócrates.

Fuera de esas dos convocatorias, la CGTP y la UGT, que suman más de un millón de afiliados en un país de 10,5 millones de habitantes, sólo hicieron juntas otra huelga general en 1988.

Ahora los dos sindicatos mayoritarios lusos esperan paralizar el país y obligar al Gobierno conservador a dar un giro en su política económica para que dé prioridad a la creación de empleo y pida menos sacrificios a los trabajadores.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.