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España

Iglesias quiere laminar una 'refundación' de Podemos en las comunidades del PSOE

El líder de Podemos, Pablo Iglesias (d), y el secretario de Organización, Pablo Echenique.

Los movimientos acaecidos estos días en el seno de Podemos, relativos a su estructura territorial, han tenido una interpretación directa entre los críticos. Si bien el martes por la mañana el secretario de Organización, Pablo Echenique, emplazaba a los consejos regionales del partido a celebrar asambleas ciudadanas este otoño para decidir su futuro, horas después Podemos Aragón abordaba esta cuestión y rechazaba, al mismo tiempo, alcanzar un pacto de gobernabilidad con Javier Lambán o entrar en su Ejecutivo. El barón del PSOE había tendido la mano a Podemos a cambio de la designación de la diputada morada Violeta Barba como nueva presidenta de las Cortes aragonesas (el socialista Antonio Cosculluela renunció al puesto para dedicarse a la alcaldía de Barbastro). Pero la respuesta de Podemos ha sido la de un portazo en la cara.

Esta sucesión de hechos ha sido considerada en el sector errejonista, según las fuentes internas consultadas, como una muestra de que el aparato, bajo control de Pablo Iglesias y Echenique, quiere laminar toda refundación de Podemos que suponga un acercamiento al PSOE, sobre todo en las comunidades donde gobiernan los socialistas gracias a sus votos (Aragón, Baleares, Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana). Fue, precisamente, esta vía la que quisieron explorar a los afines a Íñigo Errejón en la pasada legislatura tras la investidura fallida de Pedro Sánchez, pero fracasaron en el intento al chocar con los pablistas. Y ello pese a que contaron con destacados apoyos como el de la vicepresidenta de le Generalitat valenciana, Mónica Oltra, de Compromís y socia del PSOE en esta región.

Echenique, sustituto del ‘errejonista’ Pascual, cumple con el encargo de Iglesias: frenar las tentativas de convertir Podemos en un 'nuevo PSOE'

De este modo, de la opinión de las fuentes citadas se desprende que la invitación de la cúpula morada a sus consejos regionales para que renueven sus órganos y estatutos esconde una maniobra sibilina, la de cerrar a la mayor celeridad el recurrente debate sobre la construcción de un partido más abierto. Zanjarlo así con anterioridad a unas eventuales terceras elecciones en diciembre y a la celebración de la Asamblea Ciudadana estatal de Podemos, que tendría lugar entre finales de este año y principios del próximo. Éste es el fin principal del círculo de Iglesias, apuntan las mismas fuentes, y no el de ofrecer a las delegaciones autonómicas la posibilidad de celebrar una asamblea que apruebe documentos organizativos y políticos nuevos, o bien la simple opción de “rellenar las vacantes” que hay en esos consejos ciudadanos.

En esta misión de saldar por la vía rápida las diferencias internas está desempeñando un papel clave el secretario de Organización, Pablo Echenique. A él señalan los críticos. El líder de Podemos Aragón fue aupado a este cargo por Iglesias el pasado marzo para relevar al errejonista Sergio Pascual, a quien el entorno de Iglesias responsabilizó de las nueve dimisiones en el Consejo Ciudadano de la Comunidad de Madrid. El grueso de estos integrantes, que esgrimieron “desavenencias” estratégicas con el aparato, forma parte ahora de la candidatura Adelante Podemos, liderada por Rita Maestre y Tania Sánchez, a las primarias abiertas en esta región. Los pablistas, por su parte, se han presentado con el senador Ramón Espinar a la cabeza.

Si en marzo el nombramiento de Echenique fue visto como un movimiento de Iglesias para asegurarse el control de la mayoría de delegaciones territoriales de Podemos, seis meses después puede decirse que el secretario de Organización está cumpliendo a rajatabla el encargo que le hizo su jefe de filas: frenar las tentativas de convertir a la formación morada en el ‘nuevo PSOE’, en una fuerza más transversal.

Procesos a la vista en Comunidad Valenciana, Extremadura y Navarra

La principal batalla entre errejonistas y pablistas se está librando en Madrid, pero tal choque de posiciones también va cobrando fuerza en otras autonomías. En la Comunidad Valenciana, los críticos ya exigieron el pasado 3 de septiembre al secretario general territorial, Antonio Montiel, próximo a Iglesias, que trabajara en la convocatoria de una Asamblea Ciudadana para redefinir allí el espacio que debe ocupar Podemos.

En Extremadura, también gobernada por el PSOE, el responsable morado, Álvaro Jaén, avalado igualmente por el aparato, comunicó la pasada semana a todos los afiliados que la agrupación de Podemos celebrará en otoño una Asamblea Ciudadana para renovar sus cargos. Este Congreso regional será “un espacio de evaluación, propuesta y decisión en el que se escucharán todas las voces”, decía el comunicado. Entre las reivindicaciones de los críticos estará la de dotar a las bases de un mayor protagonismo. También en Podemos Navarra se trabaja ya para ir a una asamblea autonómica en estos meses.

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