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España

Podemos, algo más que un fenómeno impulsado por el voto de los indignados

PAblo Iglesias fue el encargado de hacer sonar la campana el 25-M consiguiendo el 7,96% de los votos de España

Seguramente muy poca gente conocía a principios de año –y quizás a principios de marzo, que fue cuando se registró como partido- quién era Pablo Iglesias y que se escondía tras la plataforma Podemos. Muy poca gente porque, con excepción tal vez de sus alumnos, que probablemente estaban al tanto de su vocación política, muy poca gente conocía siquiera la existencia de este profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid que ha proporcionado la mayor sorpresa de las últimas elecciones europeas. 

Podemos es un producto del descontento social reinante, de las medidas de ajuste, de las protestas consiguientes y de la creación de espacios de cooperación social. Un partido con un limitado presupuesto, si lo comparamos con los demás partidos del momento, y con un plan de campaña basado en la difusión por redes sociales y el boca a boca. Tal y como lo define Íñigo Errejón, responsable de la campaña electoral de la plataforma, se trata de una formación creada con el objetivo de “convertir a la mayoría social golpeada en una nueva mayoría para el cambio político”. Una formación cuyo líder, el citado Pablo Iglesias, logró su primera gran victoria consiguiendo más de 33.000 votos en las primarias, y que después, el 25 de mayo pasado, protagonizó el campanazo político del año consiguiendo el 7,96% de los votos en toda España.

Podemos cumplió a la perfección su objetivo de captar la ira de los indignados y de todos los que quieren un cambio político

Estamos, pues, ante un partido que, surgido aparentemente de la nada, cumplió a la perfección su primer objetivo de captar la ira de los indignados y de todos aquellos que querían un cambio político en España, dando a sus vidas una nueva dimensión política, distinta a la tradicional y conocida hasta el momento.

Amplificación del mensaje en redes sociales

La irrupción de Podemos, decisiva en la esfera política, ha sido particularmente ruidosa, decisiva incluso, en la esfera de los medios de comunicación y las redes sociales. El partido ha pasado de ser practicamente invisible en los medios a ocupar una posición preeminente en ellos. Como por ensalmo y en menos de un mes, Iglesias pasó de ser un profesor de universidad y comentarista en algunas tertulias a convertirse en una personalidad relevante, muy influyente en las redes sociales, protagonista de no pocas de las noticias en los medios, tanto nacionales como internacionales, además de actor invitado en numerosas tertulias. 

Medios y redes sociales son armas de doble filo y Podemos ha generado un aluvión de calificativos que van desde el aplauso al insulto 

En realidad, Pablo Iglesias ha pasado a ser una suerte de Obama español, otro líder 2.0 que utiliza las redes sociales con enorme éxito consiguiendo amplificar su mensaje cada día más. Alguien ha dicho que lo que ha hecho Podemos ha sido “convertir los hashtags en votos” y así, gracias a la participación ciudadana a través de las redes, además del éxito contabilizado en número de votos ha logrado resolver cuestiones tan difíciles para un partido ex novo como es la financiación. La formación de Iglesias lo ha logrado a través del "crowdfunding", una fuente de recursos populares que han permitido al partido afrontar diversas demandas judiciales o simplemente acometer los gastos del día a día imprescindibles para llevar a cabo su asamblea general, que tendrá lugar en octubre, con un gasto presupuestado de 23.500 euros.

Pero en muchas ocasiones los medios y redes sociales son armas de doble filo, y tanto Pablo Iglesias como su plataforma han recibido duros ataques por parte de las fuerzas conservadoras y de no pocos creadores de opinión de la derecha, con un aluvión de calificativos que a veces han rayado en el insulto puro y duro. Ataques a los que probablemente ni Podemos ni Iglesias le hagan ascos, dando una vez más la razón a ese famoso dicho según el cual “lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien” que dijo Salvador Dalí. 

¿Qué dicen las encuestas?

Más importante aún, son muchos los que opinan que Podemos sigue ganando adeptos día a día, como parece demostrar el hecho de que la plataforma registrara más de 32.000 ‘afiliados’ en 48 horas, y que en su última rueda con internautas estuviera casi siete horas contestando preguntas. 

La propuesta política de Iglesias podría escalar hasta convertirse en la tercera fuerza en las próximas elecciones, con un 16,3% de los votos

De celebrarse hoy elecciones generales en España, el partido liderado por Pablo Iglesias obtendría el 16,3% de los votos, según una encuesta realizada por la empresa NC Report. De ser así, la propuesta política de Podemos se convertiría en la tercera fuerza en las próximas generales de 2015. Según el citado estudio, el PP obtendría el 34,6% de los votos; PSOE, el 21,9%, siete puntos menos que en marzo, y Podemos irrumpiría con el citado 16,3%, mientras IU descendería hasta el 6,1% y UPyD hasta el 5,3%. Habrá que ver cómo transcurre el verano y qué derroteros toma la precampaña electoral en la que ya están inmersos todos los partidos de cara a los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2015. Sea como fuere, todo el mundo coincide: Podemos sigue pisando fuerte y ha venido para quedarse.

El “pequeño terremoto” de Podemos ha contribuido a romper el monopolio del bipartidismo, la representación política ejercida casi en exclusiva por PP y PSOE, abriendo así la puerta a un panorama absolutamente nuevo en el horizonte político español, cuya importancia real solo el tiempo dirá. Una cosa parece clara: el de Podemos es algo más que un fenómeno impulsado por los votos de protesta de los indignados.

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