Las bases del PSOE de Cádiz forzaron el apoyo al alcalde de Podemos ante las reservas de Susana Díaz

La decisión de aupar al candidato de 'Por Cádiz Sí se puede', José María González Kichi, a la Alcaldía de Cádiz no fue muy compartida en el seno de los socialistas andaluces. A última hora del pasado viernes, sólo un día antes de la sesión de investidura del sábado, el PSOE de Cádiz dio una rueda de prensa para anunciar su voto favorable a la investidura de González, el aspirante respaldado por Podemos. La agrupación acababa de acordarlo en una reunión de la Ejecutiva local. Sin embargo, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes socialistas, la determinación de entregar el bastón de mando a González se debió en buena medida a la presión que ejercieron las bases del partido en Cádiz. No todos los cargos estaban por la labor.

Esta preferencia de los militantes del PSOE por dar el Ayuntamiento al candidato de 'Por Cádiz Sí se puede' antes que permitir la continuidad de Teófila Martínez (PP) ha sido esgrimida por los dirigentes locales ante la dirección de Susana Díaz, según revelan a este diario las mismas fuentes, para sostener lo aprobado en aquella reunión del viernes. "Nuestras bases querían cambio y hemos actuado en consecuencia", subrayan las fuentes del PSOE de Cádiz. Esta inclinación tuvo un peso fundamental para que la Ejecutiva local cambiara la primera opción que había mantenido hasta entonces: que los cinco concejales socialistas se votaran a sí mismos, lo que habría dejado el Consistorio en manos de Teófila Martínez, al frente del mismo desde hacía veinte años. El alcaldable de 'Por Cádiz Sí se puede', que fue segunda fuerza en las urnas por detrás del PP, también recibió el apoyo de los dos concejales de Ganar Cádiz.

El PSOE de Cádiz aprobó el viernes facilitar la investidura de José María González aun sabiendo que la candidatura de 'Por Cádiz Sí se puede' generaba serias reservas en el equipo de Susana Díaz. La secretaria general de los socialistas andaluces se había mostrado reacia a contentar a dicha candidatura, cuando desde el partido de Pablo Iglesias ponían trabas a su propia investidura como presidenta de la Junta de Andalucía. El lunes de la pasada semana, preguntada en una entrevista en Canal Sur sobre si avalarían a González, Díaz manifestó que "no estamos obligados al apoyar a la segunda fuerza política, cuando ellos nos exigen pasar la prueba del algodón para saber si somos merecedores de su apoyo en distintos lugares de España".

"Nuestras bases querían cambio y hemos actuado en consecuencia", subrayan fuentes del PSOE de Cádiz

Asimismo, la líder de los socialistas andaluces manifestó que las fuerzas políticas se tienen que relacionar de una manera "más natural, con más humildad y con menos arrogancia". Estas palabras dirigidas a los responsables de Podemos en Andalucía, en especial, a su secretaria general, Teresa Rodríguez, pareja de González, habían estado precedidas por otras críticas de Díaz en la misma dirección. "Respeto a todos los partidos y no soy quien para ser censor de nadie, pero cuando escucho estas intervenciones creo que escucho cosas que me recuerdan a otro tiempo y ése no es el camino. No sé qué le ha pasado esta semana, no sé si Pablo Iglesias se ha venido muy arriba", declaró en los micrófonos de la cadena Ser. Iglesias había hablado de un "cambio" en Ferraz por abrir la puerta al diálogo con Podemos.

Por su parte, el secretario general del PSOE de Cádiz, Francisco González, explicó el viernes que la decisión definitiva había sido adoptada "por amplia mayoría" por la Ejecutiva local, que se había reunido por segunda vez en pocas horas tras los encuentros mantenidos los días previos con los cabezas de lista de 'Por Cádiz Sí se puede' y PP. El portavoz socialista señaló que el órgano "clave" a la hora de fijar el sentido del voto fue la Ejecutiva local. Acto seguido, en un intento por cerrar filas y disipar así las diferencias internas, González dijo que habían llegado a la conclusión de apoyar a Kichi, "en coordinación con los órganos provincial, regional y federal del partido".

Reproches previos a la "política del disparate"

Sin en la dirección local del PSOE no hubo unanimidad, tampoco existió un mismo parecer en la Ejecutiva provincial. Su secretaria general, Irene García, lamentó en plenas negociaciones que "Podemos no sepa cómo mover ficha y trate de poner al PSOE contra la pared, cuando la realidad es que quien quiera ser alcalde sin haber ganado unas elecciones -en alusión a Kichi-, tiene que buscar apoyos y no exigirlos".

Asimismo, García cargó contra la candidatura popular respaldada por Podemos y criticó que "Por Cádiz sí se puede, en vez de construir esa alternativa, opte por la política del disparate, sumada a los complejos anti-PSOE de la antigua Izquierda Anticapitalista, en la que los socialistas no van a entrar". La secretaria provincial del PSOE de Cádiz destacó en esa primera semana de junio que "el PSOE apuesta por el cambio" pero "no queremos cambiar una arrogancia por otra".

En la misma línea, el secretario de Organización del PSOE andaluz, Juan Cornejo, vinculado a la provincia de Cádiz, aseguró que José María González no sería alcalde "por imposición, con ofensas, acusaciones y trato de no respeto" a los socialistas. Sin embargo, el PSOE olvidó rápido estos ataques de la candidatura de Podemos y terminó dando la alcaldía a Kichi, más por iniciativa de la militancia socialista que por convencimiento de sus cargos.