Publicado: 06/07/2015 04:00
Si Pedro Sánchez creyera de verdad que lo que sanea por dentro su partido es facilitar la participación de los militantes, no hubiera convocado el congreso extraordinario de Madrid a finales de julio y lo hubiera dejado para el otoño. Esto es lo que opinan históricos dirigentes del PSOE, estupefactos ante la obsesión de Ferraz por controlar mediante los métodos clásicos y tribales la federación de un territorio que los socialistas no gobiernan desde hace 26 años, en el caso del Ayuntamiento, y dos décadas, en el de la Comunidad.
Los exministros Valeriano Gómez y Cristina Narbona rechazan a la candidata de Pedro Sánchez para Madrid
La candidata de Pedro Sánchez para hacerse con la secretaría general del PSM es la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, una abogada de 39 años que tiene un máster en Comunicación por la Universidad Carlos III. Enfrente, siempre que consiga los 1.600 avales requeridos, tendrá al diputado autonómico Juan Segovia, un licenciado en Derecho de 33 años que ha trabajado en una editorial y es responsable de la agrupación de Fuencarral. Su candidatura ha sido respaldada, entre otros, por los exministros Valeriano Gómez y Cristina Narbona. En Ferraz se considera como el nido donde acabarán refugiándose buena parte de los que apoyaron a Tomás Gómez antes de ser descabezado por Pedro Sánchez en febrero y ser sustituido por una gestora que, desde entonces, viene pilotando Rafael Simancas, la principal víctima del tamayazo.
Quien se mueva no sale en la foto...
Ferraz se ha movilizado con todo tipo de presiones para evitar que Segovia alcance los avales suficientes para competir con Sara Hernández por el dominio de la federación madrileña, unas prácticas que a algunos dirigentes históricos del PSOE les recuerda a los tiempos en los que Alfonso Guerra, con aquella amenaza de “quien se mueva no sale en la foto”, mantenía a raya todo el partido impidiendo la pluralidad y la democracia interna. “Si alguien se cree que por tener la secretaría general se controla una federación como la de Madrid, se equivoca. Una federación como ésta solo se gobierna garantizando la participación y la implicación de la militancia, en este caso somos 15.000 afiliados, atrayendo talento y demostrando que somos competitivos en unas elecciones”, comenta un veterano exdirigente socialista del PSM.
En las filas socialistas se echa en falta que Pedro Sánchez diga claro y alto que Sara Hernández es su candidata y, por lo tanto, asuma que no está siendo neutral en esta batalla interna. “Zapatero en su día apostó por Trinidad Jiménez sin ambages y no pasó nada”, recuerdan las fuentes, pendientes de la postura que en la pelea pueden acabar tomando referentes como Alfredo Pérez Rubalcaba o su brazo derecho en el PSM, Jaime Lissavetzky.
A los históricos del PSOE la actuación de Sánchez en Madrid les recuerda a los tiempos de Alfonso Guerra
Para no darle armas al enemigo, la candidatura de Juan Segovia ha dejado claro que si gana el congreso previsto para final de mes, respetará el papel que ha asumido el exministro Ángel Gabilondo como portavoz del grupo socialista en la Asamblea de Madrid. “Nuestra intención no es destronar a nadie, sino atraer talento y acabar con las familias, las tribus y los sindicatos de alcaldes. En otras palabras, no actuar como aparato y poner al partido en disposición de ganar en Madrid las próximas elecciones generales”, resumen en la candidatura de Segovia.
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