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España

Pedro Sánchez encara su ‘bautismo de fuego’ en su primer examen económico frente a Montoro

Va camino de rozar los primeros 100 días en la secretaría general del PSOE y Pedro Sánchez apenas si ha esbozado algunas generalidades sobre su proyecto económico. Aparte de retar a Mariano Rajoy a que discuta con él las cuentas estatales de 2015, ha intentado marcar territorio llevando el debate al terreno de la reforma fiscal y de la precariedad laboral. Sus ideas fuertes son éstas: la primera solo beneficia a las rentas altas y los grandes patrimonios y de la segunda tiene la culpa el cambio en la legislación promovido por el Gobierno del PP en 2012.

En el PSOE se reconoce que Pedro Sánchez aún no ha presentado un programa económico alternativo

En el Grupo Socialista se espera que Sánchez defina más en este debate el proyecto económico del PSOE, abandonando los lugares comunes y marcando bien el perímetro que deben tener en una coyuntura tan compleja y volátil como está el gasto público, el gasto social y la presión fiscal. “Son los últimos Presupuestos de la legislatura y en este debate debemos demostrar que disponemos de un programa alternativo, más allá de dar grandes pinceladas”, asegura un veterano diputado socialista que apoyó en julio la candidatura de Sánchez frente a la de Eduardo Madina.

Los flancos más débiles de la política económica

El pasado septiembre, durante el primer comité federal tras el verano, Sánchez hizo un relato genérico de los flancos más débiles de la política económica del Gobierno, pero sin apuntar alternativa alguna. Ante la dirección de su partido, dijo que los desafíos de la economía española no son muy diferentes a aquellos con los que se inició la crisis: la desigualdad, la baja productividad, el envejecimiento demográfico, la dualidad en el mercado de trabajo, la falta de calidad institucional, el desmantelamiento industrial y una insuficiente dotación de capital tecnológico y humano, además de un exiguo espíritu emprendedor, un escaso pulso exportador y una excesiva dependencia de nuestra economía de la banca. A su juicio, la crisis y la política del Gobierno para frenarla, han complicado aún más la situación, pues España es el país de la OCDE donde más ha crecido la desigualdad, con 700.000 familias sin ningún tipo de ingreso y un alto endeudamiento público y privado. Pero de programa alternativo, nada de nada.

En las filas socialistas se admite que este duelo parlamentario es más importante para el PSOE que para el Gobierno, pues además de suponer el ‘bautismo de fuego’ para Pedro Sánchez, llega en un momento de patente fragilidad en su liderazgo, seriamente auditado desde Andalucía por su presidenta, Susana Díaz. Fuentes cercanas a esta última recuerdan que Sánchez prometió al principio de su mandato “actuar deprisa, pero pensar con calma”, algo que él mismo ha puesto en cuestión defendiendo, por ejemplo, los funerales de Estado para las víctimas de la violencia de género o la desaparición del Ministerio de Defensa. Ambas propuestas han sido después rectificadas.

Debate de la nación y elecciones de mayo

Fuentes del Grupo Parlamentario Socialista admiten que Sánchez no va a tener demasiadas oportunidades de demostrar la fortaleza de su liderazgo. Una llega este martes, luego habrá una segunda en el debate del estado de la nación previsto para febrero del año que viene y una tercera, la definitiva, en las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Como en estos comicios el PSOE no recupere feudos de peso como los de Madridla comunidad Valenciana, Extremadura o Castilla-La Mancha, el actual secretario general “las va a pasar canutas”, aseguran varios parlamentarios.

"En todos los grandes debates tenemos que mirar de reojo a Podemos", aseguran en el PSOE

En este cuadrante político no se olvida dentro del PSOE el fuerte empuje de Podemos, que se hará de nuevo visible a primeros de noviembre cuando se publique el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La organización de Pablo Iglesias pisa los talones a los socialistas en numerosas comunidades y Pedro Sánchez aún no ha sabido pactar dentro de su partido una estrategia definida para hacerle frente. “En todos los grandes debates con el Gobierno, incluido el presupuestario, tenemos desgraciadamente que mirar de reojo a Podemos”, revelan en la cúpula del PSOE.

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