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España

Moncloa da por perdido a Pedro Sánchez: "Actúa bajo el síndrome de Podemos"

El presidente del Gobierno atiende a los medios en el Congreso

"Está abducido por Podemos, obsesionado con mantener toda la distancia del mundo con el PP y en aparecer muy cerca de Pablo Iglesias", comentaba a este diario una fuente de Moncloa al analizar la actual actitud del líder del PSOE. El almuerzo con Mariano Rajoy fue un encuentro fallido. Ni siquiera de cortesía ya que Pedro Sánchez lo dinamitó al ofrecer antes una rueda de prensa con el único objetivo de arremeter contra las políticas sociales y económicas del Gobierno. Fuentes del Ejecutivo argumentan que Sánchez pretendió ofrecer esa imagen tan desabrida para con Rajoy ya que horas más tarde tenía que encontrarse con Pablo Iglesias. Quería espantar toda posibilidad de que se pensara en algún tipo de acuerdo con el presidente, aseguran.

"Lo único que le obsesiona a Sánchez es ser presidente. Trabaja como un loco para eso. Es una fijación y está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de lograrlo"

Radical y obsesivo

Poco tiene que ver el Pedro Sánchez de hace unos meses con el de ahora. El acuerdo de Estado para legislar contra el terrorismo yihadista o el respaldo al gobierno para el envío de tropas a Irak contra el Estado Islámico quizás ahora serían imposible, piensan en el Gobierno. Pedro Sánchez se ha radicalizado, considera que el PSOE sólo puede crecer por la izquierda y no quiere aparecer muy distante de Podemos. Incluso se da por hecho en fuentes del PP que sus planes pasan por formar una coalición postelectoral con el partido de Pablo Iglesias para alcanzar la Moncloa.

"Lo único que le obsesiona a Sánchez es ser presidente. Trabaja como un loco para eso. Es una fijación y está dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de lograrlo", comentaba a Vozpópuli uno de sus asesores. La vieja guardia del PSOE piensa que esta aproximación a Podemos está preñada de peligros y que Iglesias lo único que persigue es devorar al PSOE como ya en su día hizo con IU. Por eso le transmiten consejos de prudencia y de moderación. Consejos que el secretario general no escucha. Y se sube por las paredes al imaginar, por ejemplo, que Susana Díaz pueda convertirse en presidenta de la Junta de Andalucía merced a la abstención del PP.

Rechazos y chispas

Mientras Pablo Iglesias modula su mensaje y atempera sus intervenciones públicas, como este jueves en Tele 5, tan suave, modosito y socialdemócrata, en Ferraz las cosas circulan precisamente por la vía contraria. Radicalidad y extremismo. En Moncloa ya dan por imposible cualquier posibilidad de entendimiento futuro con Pedro Sánchez. "En Ferraz todo funciona ya en clave electoral", comentan. No piensa más que en las urnas, nada quiere saber de la política de altura, algo inaudito en el jefe de filas de un partido que aspira a ser alternativa de Gobierno. "Actúa con una sinvergonzonería política de alto nivel", declaró ayer a 'La Razón' el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luís Ayllón, tras el famoso almuerzo. Salían chispas de Moncloa.

La vicepresidenta Sáenz de Santamaría también quiso dejar claro al líder socialista que las políticas económicas del Gobierno no se van a modificar, entre otras cosas porque no es precisamente el PSOE quien puede dar lecciones de gestión de las cuentas públicas.

Rajoy pretendía hablar ayer del mapa de alto riesgo que ha emergido tras las elecciones en nuestro país, con pactos arriesgados que pueden derivar en gobiernos inesteblas y hasta desquiciados. Apenas lo intentó, dada la actitud de su interlocutor. Podemos es clave para que el PSOE alcance el gobierno en Valencia, Asturias, Extremadura, Castilla la Mancha, Baleares...De ahí la complacencia de Sánchez hacia Iglesias, quien en los últimos días no ha dudado en despotricar y hasta en proferir bromas burlonas contra el socialista. Que se note bien claro quién necesita a quién.

El dirigente socialista considera que su partido ha de orientarse hacia su izquierda si pretende crecer en próximos comicios, tal y como señala esta semana el sociólogo José Félix Tezanos, un histórico de los tiempos de Alfonso Guerra. No todos en el PSOE piensan igual, en especial la vieja guardia felipista que cree que su partido no debe radicalizarse.

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