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España

Rubalcaba vuelve a Ferraz: prepara a Sánchez para enfrentarse a Rajoy en el debate sobre la nación

Pedro Sánchez y Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando éste era todavía diputado.

En pésima relación con Felipe González y, peor aún, con José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez ha encontrado en Alfredo Pérez Rubalcaba un cable de conexión periódica con el pasado y el sentido común que encarna la vieja guardia del PSOE. El jueves, Rubalcaba se entrevistó con su sucesor en la secretaría general en la sede nacional del partido para abordar su intervención en el debate del estado de la nación que el Gobierno ha fijado para los días 24 y 25. Será una oportunidad importante para Sánchez, necesitado de un cara a cara con el presidente del Gobierno para fortalecer su liderazgo y demostrar que todavía tiene capacidad para remontar en las encuestas.

Sánchez y Rubalcaba abordaron también la situación interna en el Partido Socialista

Fuentes socialistas informan que la del jueves era una cita que ambos habían fijado desde hacía quince días y que en ella, además de aproximarse a la estrategia que Sánchez aplicará en este debate, repasaron en profundidad la convulsa situación interna del PSOE y algunos de los flancos débiles en los que puede ser atacado el Gobierno. La sensación que hay en la dirección del PSOE es que el desánimo que ahora invade sus filas, entre otras razones por la tendencia que reflejan algunos sondeos y el propio barómetro del CIS, puede darse la vuelta si las elecciones andaluzas le salen bien a Susana Díaz –en ellas tiene previsto volcarse Pedro Sánchez– y en las municipales de mayo se recuperan plazas tan importantes como Madrid y Valencia. Esto puede marcar un antes y un después y Sánchez quiere aprovechar, precisamente, el duelo parlamentario de la semana que viene para inaugurar una campaña electoral que para él y para su partido se antoja decisiva.

A pesar de las circunstancias en que dejó el timón del partido, el regreso de Rubalcaba a la sede socialista de la madrileña calle Ferraz no ha extrañado demasiado en el PSOE teniendo en cuenta la cercanía que Pedro Sánchez mantiene con el diputado José Enrique Serrano, ex jefe de Gabinete de Felipe González y de Zapatero y uno de los intermediarios que habitualmente utiliza el secretario general para tomar contacto con la llamada vieja guardia. Serrano ha sido, en comunicación también con Rubalcaba y con los expresidentes mencionados, uno de los arquitectos del pacto firmado el pasado lunes en La Moncloa con Mariano Rajoy para fortalecer la lucha contra el terrorismo yihadista. Sánchez se lo pensó mucho antes de sellar este acuerdo y hacerse la foto en Presidencia, debido a los numerosos avisos que previamente recibió de algunos barones socialistas contrarios a la rúbrica de este pacto. Buena parte de estos recados llegaron al secretario de Organización del PSOE, César Luena, que también fue el encargado de explicar las razones por las cuales su jefe había decidido dar el paso.

Objetivo: presentarse como hombre de Estado

La razón principal ha sido la necesidad imperiosa que siente el líder socialista de presentarse ante el electorado como hombre de Estado, después de los numerosos titubeos protagonizados en temas tan sensibles como la reforma constitucional o los acuerdos institucionales que afectan al reparto de poder dentro de la Unión Europea. Este será, justamente, el objetivo de Pedro Sánchez en el debate parlamentario de la semana que viene: reforzar su imagen de seriedad y su compromiso con el papel institucional, en un momento en el que una fuerza emergente como Podemos ha desplazado al PSOE como segunda fuerza política disputándole seriamente el liderazgo dentro de la izquierda.

El líder del PSOE diferenciará en el debate sus propuestas de las de Podemos

Esta semana entrante, Sánchez se va a dedicar en cuerpo y alma a preparar este debate y para ello ha pedido papeles a las distintas áreas de la comisión ejecutiva y del grupo parlamentario. La mayoría de los miembros de la cúpula socialista ven este debate como su gran ocasión para distinguir las propuestas de Podemos, imprecisas y muchas de ellas tan inviables como las de Syriza en Grecia, de las que defenderá el Partido Socialista a lo largo de un ciclo electoral tan relevante como el comenzará formalmente en Andalucía el próximo 22 de marzo. Sánchez suele decirles a los suyos que las recetas que vende Pablo Iglesias que son factibles, las ha copiado del PSOE.

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