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España

Guerra total: Susana Díaz quiere reducir al mínimo la presencia de Pedro Sánchez en la campaña andaluza

La presidenta andaluza, Susana Díaz, ayer, con el ministro de Sanidad en Sevilla.

Su enfrentamiento empezó como una discrepancia sobre los tiempos y las formas elegidas para seleccionar el cartel electoral de las legislativas y con el tiempo ha derivado en una guerra total. La erupción volcánica provocada por Pedro Sánchez en el partido al descabezar el socialismo madrileño es observada por Susana Díaz con un enorme enfado. Ella no fue informada de la operación y considera que si era imprescindible para la supervivencia del actual secretario general eliminar a Tomás Gómez, podría haberlo hecho en otro momento, quizás el pasado septiembre, dos meses después de ganar el congreso extraordinario, no ahora, cuando todos los esfuerzos del partido en Andalucía se concentran en ganar las elecciones autonómicas del mes que viene y la marca PSOE aparece seriamente dañada por las divisiones internas.

Los socialistas andaluces discrepan de los tiempos y las formas con los que se ha descabezado el partido en Madrid

La presidenta andaluza ha dado la consigna a todos los altos cargos de su partido que dependen de esta federación que no se metan en el barrizal levantado por el enfrentamiento de Pedro Sánchez con Tomás Gómez, que esa no es la guerra del PSOE andaluz, pese a que sospecha que la operación esconde el interés del actual líder socialista en demostrar su autoridad convirtiéndose en un icono de la lucha contra la corrupción – tranvía de Parla, operación Púnica…– ahora que en Andalucía las decenas de detenciones de la operación Edu, sumadas a las imputaciones de altos cargos de la Junta por el caso de los ERE, pueden acabar dejando a Susana Díaz bajo sospecha.

Tan grande es el malestar en el socialismo andaluz por la forma en que Pedro Sánchez ha gestionado el golpe de mano contra el PSM que el equipo de Susana Díaz ha transmitido a la ejecutiva federal, a través del secretario de Organización, César Luena, que prefiere limitar al mínimo la presencia del secretario general en la campaña andaluza. Es evidente que todo el partido se volcará en ella por lo mucho que se juega, pero Sánchez puede terminar tan erosionado por su enfrentamiento con el PSOE madrileño que acabe restando más que sumando, aseguran fuentes del partido en Andalucía.

El único consuelo en la federación andaluza proviene de las enemistades que se ha granjeado Pedro Sánchez dentro de una organización tan importante como la madrileña, pues con más de 15.000 militantes es una de las que más delegados aportan en un congreso federal. Llegado el caso de que tuviera que irse a una solución de este tipo para elegir nuevo secretario general después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo, Susana Díaz o cualquier otro candidato o candidata que ésta apoyara se haría con la mayoría de los avales en el PSM, aseguran estas fuentes, por lo que Pedro Sánchez ni siquiera saldría bien parado en la propia federación a la que pertenece, donde nunca ha ocupado puestos orgánicos de responsabilidad.

Los equilibrios de poder dentro del PSOE siguen siendo inestables

Solo han transcurrido seis meses desde la celebración del congreso extraordinario que aupó a Sánchez al mando del PSOE y los equilibrios de poder en su interior siguen siendo inestables, tanto que hay voces que hablan de la necesidad de una refundación a la que el partido se verá abocado de manera obligada si después de las próximas elecciones generales se ve sobrepasado por Podemos y saltan todas las costuras.

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