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España

El caos griego conduce al PSOE a la esquizofrenia: censura a Syriza y critica el ‘austericidio’ de Merkel

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez

Nada más tomar posesión como secretario general del PSOE, a Pedro Sánchez no le molestaba hablar en privado de las dificultades que podía encontrar España si no se beneficiaba de una reestructuración de la deuda, quita incluida, un discurso que llevaba aparejada una severa crítica al ‘austericidio’ impuesto desde Bruselas para obligar a los países del sur a disciplinar sus cuentas públicas. Rápidamente, pronto se dio cuenta de la alarma que estos planteamientos podía provocar en los mercados, pues coincidían con los que Podemos llegó a defender públicamente y con los que, finalmente, un partido como Syriza  ha acabado promoviendo en Grecia para que el pasado domingo triunfara el ‘no’ en el referéndum. En el PSOE se dejó de hablar entonces de reestructuraciones de deuda, se reculó en la exigencia inicial de reformar el artículo 135 de la Constitución y se apagaron también las voces de quienes desde el ámbito autonómico, léase barones, comenzaron a deambular por terreno pantanoso al apostar por una quita en la deuda territorial que desde el Gobierno central no se atendió y se transformó en una mutualización que ha acabado transfiriendo más del 50% de esta deuda al Estado.

El PSOE teme que las posibles cesiones de Bruselas a Grecia disparen el voto de Podemos

El ‘no’ griego del domingo ha hecho que Pedro Sánchez regrese parcialmente a sus orígenes, pese a tener al exministro Jordi Sevilla como asesor personal. Después del debate mantenido ayer a puerta cerrada en la ejecutiva socialista, Sánchez criticó abiertamente las políticas de austeridad impuestas en Europa por Alemania, al tiempo que emplazó a Mariano Rajoy a defender ante la canciller Ángela Merkel estrategias alternativas que demuestren la solidaridad con el pueblo heleno.

¿El caos griego ha terminado conduciendo al PSOE a la esquizofrenia? Fuentes de la ejecutiva federal explican que Pedro Sánchez ha decidido protegerse en la equidistancia, criticando con suavidad al Gobierno de Syriza y, al mismo tiempo, censurando la austeridad impuesta desde Bruselas, a sabiendas de que “si pisa demasiados charcos, puede verse lastimado en las urnas”. Según estas fuentes, el líder socialista es consciente de que si la troika hiciera ahora cesiones desmesuradas al Gobierno griego de Tsipras, el voto a Podemos en España se dispararía.

El líder socialista tampoco quiere desandar el camino que ha recorrido en los últimos meses para convencer a los tanques de pensamiento americanos, a las embajadas europeas y a los inversores internacionales de que el PSOE no tiene nada que ver con la organización de Pablo Iglesias, a pesar de que se ha servido de ella después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo para recuperar poder territorial.

Un discurso lleno de ambigüedad y generalidades

Los socialistas también encuentran dificultades para abandonar la ambigüedad en el problema griego porque la socialdemocracia europea está dividida y es evidente que si Syriza aprieta ahora demasiado las tuercas, la situación puede írsele de las manos a Tsipras ya que pondría en riego la financiación del BCE a los bancos, con la quiebra consiguiente de su sistema financiero y la salida del país del euro. Eso explica las generalidades que ayer lució Pedro Sánchez ante los medios, con frases como éstas: “Pongo en duda que los votantes de Podemos vean con admiración el corralito”, “El Gobierno griego tiene que modernizar la economía”, “Pedimos al Gobierno español que adopte una posición constructiva”, “La crisis es una oportunidad para conseguir una mayor integración europea”, “Queremos una Unión Europea donde quepan los griegos”.... En varias ocasiones, se le preguntó al secretario general si defendía la quita de la deuda griega planteada desde el FMI, pero eludió responder.

Altos cargos del Gobierno opinan que si no se impone la disciplina a Grecia, Rajoy quedará a los pies de los caballos

Algunas de las preocupaciones de la cúpula del PSOE relacionadas con Grecia son compartidas, paradójicamente, por el Gobierno de Mariano Rajoy. “Todo lo que sea interpretado por las opiniones públicas como cesiones a Syriza por parte de Bruselas, multiplicará las expectativas de Podemos y de otras fuerzas radicales que operan en algunos países europeos, además de dejar al PP a los pies de los caballos tan cerca de las urnas por haber obligado durante tres años a sacrificios que la mayoría de la población, incluidas las clases medias, consideran desproporcionados”, resume un alto cargo que milita en el partido.

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