Publicado: 29/09/2014 04:00
El ministro Luis de Guindos le ofreció ahora justamente hace un año a Alfredo Pérez Rubalcaba señalar a dos personas de la confianza del PSOE como consejeros del superregulador. El estallido del ‘caso Bárcenas’ llevó al exlíder socialista a escenificar una ruptura de relaciones con el Gobierno que le condujo a vetar la entrada de su partido en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Doce meses después, Pedro Sánchez reconoce que aquella decisión fue un gran error que ha dejado sin antenas a los socialistas en un organismo de tanta relevancia como éste, donde se maneja información de primer nivel sobre buena parte de los sectores económicos.
Pedro Sánchez se reunió el pasado agosto con el presidente del BBVA, Francisco González
Para arreglar el entuerto, el equipo de Pedro Sánchez tiene previsto entrevistarse en breve con el presidente de la CNMC, José María Marín. Quiere tener a alguien de su confianza en el superregulador para que le sirva también de enlace con los máximos representantes de los sectores económicos en un momento en el que está necesitado de contactos y existe también el máximo interés de importantes empresarios y banqueros por tomarle el pulso. Sánchez se reunió el pasado agosto con el presidente del BBVA, Francisco González, ha mantenido encuentros con relevantes empresarios del Ibex y quiere también recuperar la costumbre que tenía Rubalcaba de almorzar periódicamente, al menos una vez al trimestre, con el gobernador del Banco de España, Luis María Linde. Su equipo ya se ha reunido con el número dos de la entidad, Fernando Restoy, nombrado subgobernador en 2012 con la bendición del PSOE.
Actitud diferente ante el Consejo del Poder Judicial
La decisión de Pedro Sánchez de trabajar para abrir las puertas a su partido de una institución tan importante ha sido muy bien recibida en su grupo parlamentario, pues desde ella es posible pulsar las reglas de juego que rigen en la vigilancia de buena parte de la actividad económica. Rubalcaba pensó al principio como consejero en el exministro de Trabajo Valeriano Gómez, que acaba de ser ratificado por Sánchez como portavoz de Economía en el Congreso. En el grupo parlamentario nunca se llegaron a entender las razones por las cuales el anterior secretario general negoció la presencia de miembros del PSOE en el Consejo General del Poder Judicial y, sin embargo, se negó en rotundo a pactar la composición de la CNMC y del resto de los reguladores.
Las consecuencias de este “error” no tardaron en percibirse. Un asunto de tanta trascendencia para los ciudadanos como la subida del recibo de la luz tuvo que ser observado por el PSOE desde la barrera al carecer de información sobre lo que se cocía dentro del superregulador a la hora de elaborar algo tan importante como el nuevo mecanismo de fijación de precios en el sector eléctrico.
El PSOE acabará aceptando el modelo de "cuota de partido" en los organismos de control
La primera oportunidad para que el PSOE enmiende sus equivocaciones y pueda incorporarse al superregulador llegará en octubre del año que viene, cuando cesen tres de los ocho consejeros: Eduardo García Matilla, Diego Rodríguez y María Ortiz. El primero se ocupa del área audiovisual, el segundo es profesor universitario y la tercera es economista del Estado. Fuentes socialistas admiten que al reconsiderarse la decisión adoptada hace un año por Rubalcaba, su partido está dando, en realidad, un giro de 180 grados en el sentido de que acabará por aceptar el modelo de “cuotas de partido” que hasta ahora ha regido siempre en la mayoría de los organismos de control.
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