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España

Génova cambia su guión de campaña: menos recuperación y más medidas sociales

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa tras el Consejo Europeo del pasado viernes.

El martilleo de la recuperación es importante, pero ya no será el único. La crisis griega, y sus consecuencias impredecibles, ha animado al equipo de Génova que impulsa la campaña electoral del PP a modificar los mensajes. No se puede fiar todo al repunte económico, por si en las próximas semanas se producen sorpresas negativas. Las instrucciones que emanan ahora desde la dirección del partido apuntan a la necesidad de ampliar los argumentos electorales.

La agenda del PP va a ser netamente social, tal y como en su momento apuntó el presidente del Gobierno. Sin dejar de lado las buenas noticias económicas, en especial las referidas al crecimiento y a la creación de empleo, se trata ahora de abordar otros asuntos, como la familia, las pensiones, la educación, la sanidad, los jóvenes. En el paso 24-M se comprobó que la insistencia en subrayar las buenas notas del Gobierno en materia estrictamente económica no funciona. O no incide en la sociedad con la importancia que se pretende. para recuperar a los votantes perdidos es necesario modificar el discurso, según señalan fuentes de Génova. Abordar otros frentes que hasta ahora figuraban en un segundo plano. En especial los que hacen a importantes sectores de la población que tradicionalmente había secundado en las urnas al PP.

Se trata de una corrección sobre la marcha, no de un giro de 180 grados. De incidir en nichos algo relegados por el Gobierno, como los jóvenes o la familia, sin despistarse con los pensionistas, que están viendo las orejas al lobo con lo que está ocurriendo en Grecia.

Escuchar a la gente

Quiere el equipo electoral de Génova, a sugerencia de Rajoy, de acuerdo con algunas fuentes, que tanto los altos cargos del Gobierno como los dirigentes territoriales del partido multipliquen sus intervenciones públicas, un empeño en el que el presidente lleva insistiendo desde hace meses con escasos resultados. "Acercarse a la calle y escuchar a la gente", sin dos de los eslógans más escuchados esos días en las filas populares.

El equipo electoral de Génova quiere que tanto los altos cargos del Gobierno como los dirigentes territoriales del partido multipliquen sus intervenciones públicas

El nuevo núcleo duro del partido tiene ante sí la difícil tarea de animar y despertar de su letargo a los principales dirigentes de su formación, la mayor parte de ellos sicológicamente muy abatidos tras los resultados de las autonómicas y municipales. La línea de actuación tiene dos frentes. Señalar el apoyo que el PSOE ha presado a Podemos para hacerse con el poder en las principales capitales de provincia, tal y como recordó Rajoy este martes en una entrevista en Cadena Cope y, al tiempo, intentar recuperar a los votantes más escépticos, muy críticos con la labor de estos tres largos años del Ejecutivo.

No hay que fiarlo todo a insistir con la recuperación, comentan estas fuentes, porque no funciona. Es un asunto que hay que recordar pero no puede ser el monotema de la campaña porque todavía no ha logrado calar en el electorado. Con ese discurso el PP retrocedió en la última consulta a los tiempos de Fraga. Hay que hablar de otros sectores, de otros asuntos en los que el PP también tiene que mucho que recuperar. Y, sobre todo, hay que competir con los socialistas en algunos territorios comunes, como el voto de los pensionistas o de los jóvenes. No es tarea fácil y no queda demasiado tiempo pero Grecia quizás ayude, ya que el espectro de la inseguridad, las colas ante los cajeros, los jubilados que no cobran y los populismos radicales se supone que animan a votar en favor de las opciones conservadoras. Al mismo tiempo, el fantasma griego ayuda muy poco a un PSOE que ha catapultado a los candidatos de Podemos en media España. De ahí que es preciso modificar la partitura para recuperar ese bloque de centro que en su momento pudo verse tentado de votar socialista. En cuanto a Ciudadanos, el otro rival serio del PP, parece que ha sufrido un notable desgaste con su respaldo a Susana Díaz, presidenta de la comunidad donde se han desarrollado durante décadas los casos de corrupción de mayor calado que se han vivido en nuestro país.

Movilizarse, llenar tribunas, aparecer en los medios. Moragas y los cuatro jóvenes vicepresidentes del partido están en ello. El partido está bajo de moral y el Gobierno apenas sí tiene capacidad de respuesta. Pero el reto está ahí, y las fechas apremian. Un escenario rebosante de urgencias que exige una reacción muy decidida para dar un vuelco drástico a la actual situación.

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