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España

Cabreo en el PP catalán con Margallo por retar a Mas a una "refriega" en el Parlament

Mariano Rajoy y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo (i), conversan en sus escaños.

La última margallada (como se conoce en la jerga política nacionalista cada verso suelto del ministro de Exteriores sobre la cuestión catalana) no ha sido encajada nada bien por sus compañeros de partido en esta comunidad. El jefe de la diplomacia nacional, José Manuel García-Margallo, lanzó el jueves un desafío al Gobierno de Artur Mas y su proceso separatista: discutir su último informe sobre la independencia de Cataluña en el Parlament, a donde mandaría como emisario a un alto cargo de su departamento.

Fuentes populares consultadas por Vozpópuli reconocen en privado que este gesto del ministro no ha sido muy afortunado, principalmente "porque ya hay un Grupo Parlamentario en el Parlament que se encarga cada semana de rebatir con fundados argumentos los efectos negativos que tendría la independencia para los ciudadanos de Cataluña". Así, en el PP catalán se sienten ninguneados por la maniobra de Margallo y no entienden este tipo de decisiones que "parecen ser tomadas de manera unilateral, sin consultar a nadie". "El debate sobre ese informe en el Parlament nos ha condenado a una refriega con los nacionalistas y sus socios, que harán una encerrona al representante del Gobierno", subrayan las mismas fuentes.

Los partidos promotores de la consulta secesionista del 9 de noviembre han recogido el guante de Margallo y han pedido que sea directamente él (y no su director general de Relaciones Económicas Internacionales) quien acuda a la Comisión del Derecho a Decidir de la Cámara para explicar su informe, que vaticina una reducción del 20% del PIB catalán si se produjera la secesión. El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, registró este viernes la petición de comparecencia y se mostró convencido de que tendrá el apoyo de otras fuerzas, como ERC.

La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, no ha mostrado especial entusiasmo ni por la propuesta de debate de Margallo ni por el informe de Exteriores

Sin embargo, y éste es otro de los motivos del enojo de los populares catalanes con Margallo, el Grupo Popular no ha formado parte de la Comisión del Derecho a Decidir desde su constitución, al igual que Ciutadans, ya que no comparten esta "teatralización". La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, coincidió el jueves con Margallo en el foro donde el ministro lanzó el reto a Mas (una comida empresarial con unos 25 invitados en Casa Asia de Barcelona), pero no mostró especial entusiasmo ni por la propuesta de debate ni por el informe de Exteriores. Así, Camacho se limitó a decir que el documento confirma la tesis defendida por el PP desde hace tiempo de que la independencia supondría "un desastre para la economía catalana y un retroceso en la convivencia".

Asimismo, en el PP catalán interpretan el gesto de Margallo como una injerencia en la relación Gobierno-Generalitat, en punto muerto por la falta de diálogo. No obstante, la única vía abierta para intercambiar posturas sigue siendo la del portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados y presidente de la Comisión de Exteriores, Josep Antoni Duran i Lleida.

De igual modo, en Moncloa tampoco respaldaron este viernes abiertamente la iniciativa de Margallo. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dejó claro que es el ámbito de las relaciones internacionales el que "corresponde a ese ministro" (en alusión a Margallo), mientras que otros ámbitos, continuó, recaen en otros departamentos y, muy especialmente, en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas "en cuanto le corresponde la competencia de las relaciones del Estado con el conjunto de las comunidades autónomas". Entretanto, el ministro se reafirmó este viernes en su plan y consideró "fundamental" ser "rigurosos" y "contar la verdad".

Exteriores cita a Buesa, ahora en Vox

El informe redactado por Exteriores y remitido a las embajadas, de 14 páginas y titulado Consecuencias Económicas de una Hipotética Independencia de Cataluña, recoge la opinión, entre otros economistas y organismos nacionales e internacionales, del catedrático Mikel Buesa, ahora en las filas de Vox, el partido de los exmiembros del PP Alejo Vidal-Quadras y Santiago Abascal. Así, el dossier cita a Buesa para señalar que "el incremento de costes del arancel y de los costes asociados al 'efecto frontera' (las fronteras internacionales reducen el comercio) daría lugar a un aumento del 44% del precio de las actuales ventas de Cataluña, al resto de España, que mermaría su competitividad y podría traducirse en una reducción de las ventas de 28.000 millones de euros, es decir, cera del 15% del PIB catalán".

En cuanto a los efectos sobre el turismo, el documento de Margallo estima que si la independiencia se consumara "por cada 100.000 turistas españoles que dejen de ir a Cataluña, sus ingresos se reducirían en 15,5 millones de euros y su PIB en un 0,007%". Respecto al turismo exterior, detalla que "por cada 100.000 extranjeros que cambiaran Cataluña por otros destinos de España, Cataluña perdería 90,3 millones, equivalentes al 0,04% de su PIB".

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