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España

Convergència aplazó la renuncia de Artur Mas ante el avance del cerco policial sobre Oriol Pujol

Artur Mas amagó tímidamente con dimitir la noche de su cataclismo electoral, tras confirmarse que su órdago soberanista se había saldado con un estruendoso fracaso. Fue un mero gesto ya que la cúpula directiva de Convèrgencia, controlada por Oriol Pujol y los conocidos como los "piñols", los compañeros del actual secretario general de la formación nacionalista e hijo de Jordi Pujol, rechazaron desde el principio esta posibilidad.

La complicación inminente del horizonte judicial de Oriol Pujol, implicado, de manera tangencial por ahora, en el denominado "caso de la ITV", llevó a la dirección  de CDC a atajar de raiz cualquier tipo de renuncia por parte de su candidato y actual presidente de la Generalitat. En efecto, tras la cita electoral, el avance de las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que se ciernen sobre la figura de Oriol Pujol, el "hereu",  han conocido un notable acelerón hasta el punto de que pueden conocerse novedades en las próximas fechas, quizás incluso antes de las fiestas navideñas. El horizonte judicial de Oriol Pujol se va a complicar tanto y tan pronto, según fuentes de la investigación, que quedará descartado como relevo de Artur Mas, algo que ya se daba por hecho en CDC.

La última parte de la campaña electoral catalana giró en torno al borrador policial sobre las presuntas cuentas opacas de Artur Mas y de su padre, ya fallecido, tanto en Liechtenstein como en Suiza, donde también los Pujol mantendrían importantes fondos ocultos a la Hacienda Pública española. Sin embargo, el verdadero peligro quizás penal para los Pujol está en casa, en la vinculación de Pujol Ferrusola con el caso de la ITV, un episodio más de corrupción político/empresarial de cuantos se han perpetrado en el oasis catalán en el último cuarto de siglo.

El asunto de las ITV, como es sabido, consistía en amañar, por parte de instancias oficiales de la Generalitat, concursos públicos para adjudicar estaciones de revisión y control oficial de vehículos a algunos altos cargos y empresarios vinculados al partido, así como para conseguir subvenciones y forzar cambios en la legislación introducida por el Tripartito, para obtener fondos en el sector de la energía de Cataluña.

Una conversación telefónica entre dos empresarios catalanes presuntamente implicados en la trama, Sergi Pastor y Sergi Alsina, hacía referencia a la figura de Oriol Pujol como "el jefe" "el de arriba" y hasta le denominaban "el primo de Zumosol" puesto que el hijo del expresidente de la Generalitat ejercería de "colaborador necesario" encargado de aportar la influencia política necesaria con el fin de beneficiar en diferentes proyectos a los empresarios involucrados. Precisamente Sergi Alsina mantenía una estrecha relación con la esposa de Oriol Pujol, Anna Vidal Maragall, ya que fueron socios en una empresa denominada Alma Partners, dedicada a todo tipo de asesoramientos de negocios e inversiones. Gracias a las escuchas telefónicas efectuadas por funcionarios de la UDEF se ha confirmado, entre otras cuestiones sospechosas, que la señora Vidal habría emitido facturas supuestamente irregulares a Alma Partners.

Hasta el momento, ni Oriol Pujol ni su esposa están imputados en el sumario cuya instrucción e investigación que conduce la jueza Silvia López Mejía. Fuentes de Convèrgencia siempre han insistido en que su secretario general no está procesado y ni siquiera ha sido llamado a declarar como testigo. Sin embargo, la jueza López Mejía mencionaba en un auto que existen "indicios racionales" de la vinculación de Oriol Pujol con la trama. En las conversaciones registradas entre algunos de los empresarios envueltos en el affaire aparece tambien el nombre de Josep Sánchez Llibre, diputado de Unió en el Congreso de los Diputados y mano derecha de Duran Lleida.

Así las cosas, Oriol Pujol y sus compañeros del núcleo duro de Convergencia (Francesc Homs, Felip Puig, Germà Gordó...) han debido modular sus planes de preparar un futuro relevo del abrasado Artur Mas al frente del partido y esperan ahora la evolución de los acontecimientos judiciales que pueden derivar en una estigmatización del futuro político del hijo del expresidente Pujol. El cerco se cierra, aceleradamente.

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