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El Colegio de Arquitectos pide a Foster que instale su fundación en Madrid tras el "malentendido" con el Ayuntamiento

El Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, José Antonio Granero, ha enviado una carta “de apoyo” al arquitecto Norman Foster en la que le pide que se replantee su decisión de no instalar su fundación en Madrid tras el “malentendido” y “error” que se produjo cuando presentó su propuesta a la Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural (CIPHAN). 

El Decano dijo estar “muy disgustado” por este hecho y mantendrá encuentros en los próximos días con el Ayuntamiento de Madrid, que también trabaja para que Foster se replantee su posición y se quede en la capital de España. En el mensaje, Granero expresa al mundialmente conocido Foster su apoyo y le informa de que van a trabajar para que los errores no impidan que la magnífica obra de este arquitecto tenga su fundación en Madrid. 

El Decano cree que los planteamientos de Foster eran totalmente razonables y fue un “disparate” poner pegas a una propuesta que no vulneraba la Ley, “que era muy buena” y que pone a Madrid en valor porque los fondos de Foster son “extraordinarios”. Están dispuestos a crear una corriente dentro del colegio para que trabaje y traiga los magníficos fondos de Foster a Madrid. 

José Antonio Granero cree que ninguna ciudad importante del mundo, Berlín, París, Nueva York o Londres hubiera reaccionado de la forma que lo hizo alguna persona de las presentes en la CIPHAN.Norman Foster habría decidido llevarse su fundación fuera de Madrid tras este incidente, cuando pensaba instalarla en el Palacio de Montesquinza, que fue sede de una filial de Caja Madrid. 

El que está considerado como mejor arquitecto del siglo XXI compró la finca por 9 millones de euros y uno de sus representantes presentó la propuesta de rehabilitación, que tenía un presupuesto superior a los 3 millones de euros. 

Según informó ya Vozpópuli, el director de control de edificación del Ayuntamiento realizó una serie de correcciones al proyecto, diseñado in person por el propio Foster, “garabateándolo con lápiz” y se permitió dar algunos consejos que fueron mal acogidos por el representante de Foster. 

Nadie entiende que cuando se ha hecho urbanismo a la carta en el caso de la Operación Canalejas, y próximamente en el edificio de Plaza España, se pongan pegas a las propuestas de un intelectual de la arquitectura como es el afamado Norman Foster.

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