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Venezuela responde a España: convoca al embajador en Caracas tras las quejas de Madrid

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una imagen de archivo.

La Cancillería venezolana ha convocado este miércoles al embajador de España en Caracas, Antonio Pérez-Hernández y Torra, después de que el presidente, Nicolás Maduro, anunciase que prepara medidas de respuesta tras la resolución del Parlamento español en favor de la liberación de opositores venezolanos presos. Esta llamada tiene lugar después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores español convocara al embajador de Venezuela en Madrid, Mario Ricardo Isea, para trasladarle el malestar y rechazo del Gobierno por las declaraciones del presidente Maduro. Isea ha permanecido apenas cinco minutos en la sede de Exteriores, escuchando la protesta del Gobierno español, después de que Maduro llamase "racista" a Rajoy.

El líder venezolano criticó el martes la resolución aprobada en el Congreso a favor de la liberación de políticos venezolanos encarcelados y dijo que preparará un conjunto de "respuestas integrales" para "dar la batalla" a Madrid. "Que las Cortes (españolas) vayan a opinar de su madre, pero que no opinen de Venezuela", dijo Maduro durante la emisión de su programa de televisión. Nicolás Maduro amenazó también con anunciar en breve una serie de medidas contra España. "Ustedes lo buscaron. Por vía diplomática alerté durante meses al presidente Rajoy y a las Cortes de España", avisó.

El Ministerio español de Exteriores convocó a Isea a una reunión en el Departamento para expresarle el "rechazo y malestar del Ejecutivo español" por las críticas.

Apenas cinco minutos

Isea llegó puntual a la cita y fue recibido por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, ya que tanto el ministro, José Manuel García-Margallo, como el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, se encuentran de viaje fuera de España. Antes de las 12.10 Isea abandonaba la sede de Exteriores, habiendo estado apenas cinco minutos en el despacho de Gómez de Olea. El diplomático se marchó en un vehículo sin hacer declaraciones a los medios de comunicación que le esperaban en la calle.

Este tipo de convocatorias para protestar formalmente ante un diplomático extranjero no suelen prolongarse más allá de 20 o 30 minutos, pues el funcionario en cuestión se limita a escuchar y tomar nota de la protesta del Gobierno que le ha convocado. No obstante, es inusual que la reunión dure sólo unos pocos minutos como ha sido este caso.

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