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España

Interior gasta 600.000 euros en lanchas de vigilancia tras la polémica de las concertinas

Después de la controversia generada por la decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de mantener las concertinas o cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla (el debate político ha sido intenso en Congreso y Senado), el Ejecutivo apuesta ahora por reforzar la vigilancia marítima. Así, según ha podido saber Vozpópuli, el Ministerio del Interior acaba de iniciar el proceso de compra de seis embarcaciones, dotadas de la última tecnología, para las patrullas de la Guardia Civil en el litoral mediterráneo.

En concreto, el contrato que ha licitado el departamento de Jorge Fernández Díaz contempla la adquisición de media docena de lanchas semirrígidas por un importe de 534.240 euros, que asciende a 636.636 con IVA incluido. Tal y como reza el pliego de prescripciones técnicas, firmado por el coronel jefe del Servicio Marítimo de la Benemérita, Juan José Varga, y consultado por este diario, el objeto de la operación consiste en proporcionar al Instituto Armado estas embarcaciones “con la misión de vigilar y controlar el mar territorial sur de España en lo relativo a la inmigración ilegales”.

Los agentes que harán uso de estos medios son los que se encuentran desplegados en las zonas costeras de Ceuta, Algeciras, Málaga, Almería, Cartagena y Alicante, según especifica el informe. Las lanchas, con una eslora total de 8,70 metros, admiten una capacidad de 18 personas y una carga máxima de 2.750 kilos. Asimismo, el casco es de “V profunda para una navegación rápida y segura”. A fin de facilitar las incursiones nocturnas (momento que suelen elegir los inmigrantes irregulares para llegar a tierra), las barcas contarán también con un arco de luces, que soportará las antenas de radio y radar y los proyectores.

Con este refuerzo de las patrullas marítimas y ante la carestía de los viajes en patera, los inmigrantes seguirán intentado cruzar a pie los puntos fronterizos donde se han instalado vallas y concertinas. La entrada por mar en España se complicará aún más para aquellos, principalmente subsaharianos, que huyen de la miseria en sus países de origen. Y es que el Gobierno popular no piensa rectificar en el uso de este “método disuasorio”, en palabras de Fernández Díaz.

El Gobierno responde a una pregunta parlamentaria escrita que las concertinas "no producen lesión alguna por sí solas y constituyen un medio adicional de seguridad"

En la contestación a una reciente pregunta parlamentaria escrita, el Ejecutivo se reafirma en su plan de completar la reinstalación de una alambrada con cuchillas en las vallas de Ceuta y Melilla. Según expone, las concertinas “no producen lesión alguna por sí solas y constituyen un medio adicional de seguridad que contribuye a impedir que se produzcan intentos de entrada irregular en el territorio español”.

En la respuesta dirigida al diputado de Amaiur (Grupo Mixto) Jon Iñarritu, el Gobierno subraya que “hasta la fecha, la Unión Europea no ha puesto de manifiesto objeción alguna a la instalación" en los vallados fronterizos de las dos ciudades autónomas. Además, Moncloa recuerda que el Consejo de Ministros aprobó el 13 de octubre de 2005, bajo mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, autorizar al Ministerio del Interior la adopción por procedimiento de urgencia de “medidas dirigidas a reforzar las fronteras” de estos dos puntos por un importe de 28,1 millones de euros.

Al día siguiente de aquel 13 de octubre, añade el Ejecutivo popular, la Secretaría de Estado de Seguridad, dirigida entonces por Antonio Camacho, acordó la contratación de “diversas obras, suministros y servicios” por 12 millones de euros que incluían el “reforzamiento y recrecido del vallado exterior” de los perímetros de Ceuta (4,7 millones) y Melilla (4 millones), donde entraba la colocación de concertinas.

Sin cambios sustanciales

Respecto al caso de Melilla, los populares argumentan que en 2007 se tomó la decisión de eliminar la concertina existente en la valla exterior del perímetro, sobre todo en los tramos más sensibles, pero precisan que “nunca se retiró la llamada concertina de superficie, que permanece desde entonces a ras de suelo en la parte exterior y que es más visible y evidente cerca de los puestos de vigilancia marroquíes y en los límites de la ciudad al norte y al sur”. En cuanto a la valla de Ceuta, dice el Gobierno que “se ha mantenido en su totalidad y sin cambios desde 2005”.

Los inmigrantes que han arribado a las costas españolas han llegado a pagar 4.000 euros por un viaje en patera a la tierra prometida. Un coste exigido por las mafias para el embarque de varios miembros de una misma familia, que se ha llevado los ahorros y los sacrificios de la mayoría de ellas. En el primer semestre de 2013, según los últimos disponibles, alcanzaron el litoral español 989 inmigrantes irregulares, mientras que en el mismo periodo del año anterior lo hicieron 1.475. Esta reducción del 31% ha coincidido con un aumento de la presión en la valla de Melilla, cuyas concertinas intentaron cruzar en dichos meses alrededor de 3.000 inmigrantes.

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