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España

Destituciones y nombramientos en tres meses: lo que le ha cundido el cargo a Méndez de Vigo

El ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, IX barón de Claret

Íñigo Méndez de Vigo (Tetuán, 1956) quizá sea uno de los ministros de la democracia actual de mandato más breve. O quizá no, en caso de que el PP gane las elecciones del 13 o 20 de diciembre. En cualquier caso, ante este incierto futuro, el titular de Educación, Cultura y Deporte desde el pasado 26 de junio ha entrado con paso firme en la sede de Alcalá, 34 y ha borrado el rastro de su predecesor, José Ignacio Wert, a base de destituciones y nombramientos de personal. 

En ochenta y cinco días, la reforma ha alcanzado a secretarios de Estado, jefes de gabinete, consejos estatales e instituciones vinculadas al Ministerio. ¿Quiere Méndez de Vigo romper con la herencia de Wert y dejar una mejor imagen de la gestión educativa del PP de Rajoy en el Gobierno?

El mayor cambio ha sido para Educación: Méndez de Vigo ha cambiado al secretario de estado del departamento, pero no ha tocado al de Cultura, José María Lassalle

El talante diplomático del ministro, IX barón de Claret, le ha llevado a hacer algunas concesiones en la aplicación de la polémica Ley de Educación que diseñara Wert, (la Lomce). La sustitución de los funcionarios más próximos a su despacho es otro síntoma de la renovación en tan polémico Ministerio.

Remodelación en menos de cien días

El cambio de más entidad entre los "barones" de Méndez de Vigo ha sido la sustitución del secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, dado el revuelo que ha traído la Lomce consigo. Marcial Marín Hellín es quien ostenta el cargo desde el 3 de julio, una semana después de que tomara posesión el nuevo ministro. Originario de Albacete, este economista trabajó en Bankinter y en asociaciones de empresarios antes de dar el salto a la política en Castilla-La Mancha, donde Cospedal le aupó a la Consejería de Cultura y Deportes. El ministro le hizo llamar de Toledo para pasar de la gestión autonómica a la estatal.

Casualmente, desde su llegada al Ministerio, tres maestras castellano-manchegas, a propuesta de la Consejería que antes dirigía Marín Hellín, han sido nombradas funcionarias de carrera del cuerpo de maestros

Marín Hellín también necesitaba un nuevo director de gabinete, y Méndez de Vigo nombró para este puesto a José María Fernández Lacasa, hasta entonces, director general de la Mutualidad General de los Funcionarios Civiles del Estado (Muface). Lacasa accedió al puesto a propuesta de la entonces vicepresidenta del Gobierno socialista María Teresa Fernández de la Vega.

Méndez de Vigo ha cesado a Monstserrat Gomendio, segunda de Wert y hoy su futura esposa, posiblemente, para que la pareja pueda vivir en París, donde el exministro es embajador ante la OCDE

El mismo día, el ministro también destituyó al director de gabinete de Wert, Magí Castelltort, sustituyéndole por el granadino Manuel Barranco, exdirectivo de FAES y veterano en el Ministerio. Castelltort no tuvo ni siquiera tiempo de verse sin ocupación: seis días antes ya había sido nombrado consejero de Turismo en Tokio.

Vista la hostilidad de las comunidades autónomas para implantar la Lomce, el paso del ministro, ya con Marín Hellín en funciones, fue decretar una nueva destitución, el del Director de Evaluación y Cooperación Territorial, José Ignacio Sánchez Pérez, encargado de la "diplomacia" entre el Ministerio y los consejeros de Educación de las regiones. Su lugar lo ocupa José Luis Blanco, curtido en la enseñanza secundaria en Cantabria, donde fue inspector de Educación.

Montserrat Gomendio

El renovado equipo de Educación dio el siguiente paso a principios de agosto: destituyó del Consejo de universidades a Montserrat Gomendio, la secretaria de Estado de Educación en la época Wert, con quien se ha casado y reside en París, ya que Wert es embajador ante la OCDE en la capital francesa.

Está por ver si al ministro le parecen suficentes los cambios hechos hasta ahora o si los días que quedan hasta las elecciones generales pueden servirle para desmontar un Ministerio en vísperas de un posible cambio de Gobierno.

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