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Las obras del Valle de los Caídos no se paralizan: Moncloa elige a su restaurador un 18 de julio

La restauración de la Piedad del Valle de los Caídos, obra de Juan de Ávalos, es uno de los principales objetivos.

Cuando el pasado 17 de mayo el Boletín Oficial del Estado publicó el concurso de licitación de las obras de restauración de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, la polémica saltó a la primera línea de la actualidad política, con la oposición arremetiendo contra el Gobierno. El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, Ramón Jáuregui, llegó a registrar nueve preguntas parlamentarias al respecto y expresó la negativa de su partido a iniciar tales obras mientras no se trasladen los restos de Francisco Franco, allí enterrados, ya que, según apuntó, cualquier trabajo de restauración en este enclave “debe estar precedido por un proyecto de resignificación del Valle de los Caídos como lugar de memoria de todas las víctimas de la Guerra Civil”.

En una de sus interpelaciones, el diputado socialista Ramón Jáuregui plantea al Gobierno si considera más importante restaurar la escultura de La Piedad que "dignificar" los osarios de los casi 34.000 muertos allí depositados

Así, Jáuregui, que presentó al respecto el informe elaborado por el comité de experto durante su etapa como ministro de Presidencia con José Luis Rodríguez Zapatero, señaló hace unos meses que el “esfuerzo económico” que supone esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 286.843,35 euros, “exige previamente una pacificación social y política del Valle de los Caída” para convertirlo en “un lugar de encuentro de todos los españoles, fueren cuales fueren sus ideologías”. Aunque el Gobierno no siga tales pasos, Jáuregui admitió la necesidad de llevar a cabo reformas arquitectónicas, pues el informe que los expertos entregaron a finales de 2011 ya aconsejaba “detener el deterioro” que sufre el conjunto escultórico. No obstante, en una de sus interpelaciones escritas, el hoy diputado del PSOE llega a plantear al Ejecutivo si considera más importante restaurar la escultura de La Piedad que "dignificar" los osarios de los casi 34.000 muertos allí depositados.

Precisamente el pasado jueves, 18 de julio, efeméride de la sublevación militar de 1936 contra la II República, figura como fecha del acuerdo del contrato, dirigido a una primera actuación parcial para afrontar los graves problemas de erosión y desprendimientos que presentan los grupos escultóricos de La Piedad, Los Evangelistas y Las Virtudes. En concreto, el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, organismo dependiente del Ministerio de Presidencia, adjudica estos trabajos -vía procedimiento abierto y ordinario- a la empresa Construcciones Javier Herrán, con sede en Burgos. Según ha podido saber este diario, dicha firma mantiene vinculación con Miguel Méndez Ordóñez, uno de los hijos del actual presidente de la Cámara de Comercio de Burgos, Antonio Miguel Méndez Pozo, constructor y empresario de la comunicación condenado a siete años de cárcel por falsedad documental en el caso de la construcción de Burgos. A Méndez Pozo, próximo a José María Aznar, el Gobierno de Felipe González, a través de su entonces portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, le denegó el indulto en 1994 y tuvo que entrar en prisión.

La firma Construcciones Javier Herrán, elegida para la restauración, avanza en su web que la obra tiene "la esperanza de servir como laboratorio de ensayos y trampolín para la intervención sobre todo el conjunto histórico"

Tal y como consta en el Registro Mercantil, Construcciones Javier Herrán, cuyo propietario responde al mismo nombre, figura como accionista (con un 24,97%) de la sociedad ALQLUNIA 7, que tiene a Miguel Méndez Ordóñez como administrador único desde 2006. El otro 75,02% corresponde a Grupo Río Vena Gestión de Cartera SL, presidida por el propio Méndez Pozo y donde su hijo Miguel aparece como consejero delegado. En su página web, Construcciones Javier Herrán reconoce ser la adjudicataria de “la restauración de la Piedad del Valle de los Caídos, obra de Juan de Ávalos”. Y añade: “La intervención tiene por objeto la reintegración, limpieza y conservación de la escultura y la ejecución de una galería en el muro trasero que elimine la humedad que la deteriora”. Además, la constructora dice que la obra promovida por Patrimonio Nacional (…) tiene la esperanza de servir como laboratorio de ensayos y trampolín para la intervención sobre todo el conjunto histórico”. Concluye la nota con el siguiente mensaje: “Dejando de un lado las connotaciones históricas y políticas del Valle de los Caídos, es una obra de arte de enormes proporciones que conviene preservar”.

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