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España

Interior premia con una medalla pensionada al policía 'de cabecera' de Cospedal

María Dolores de Cospedal y Jorge Fernández Díaz, en una imagen de archivo.

Tiempo de medallas, ocasión para la polémica. La Dirección General de la Policía ya ha cerrado el listado con los cerca de 3.200 agentes a los que la próxima semana, con motivo de la celebración de los Santos Ángeles Custodios, patrón del Cuerpo, entregará una condecoración al mérito policial. De ellas, 189 son cruces con distintivo rojo 'al valor', que llevan aparejadas una compensación mensual y vitalicia que algunos casos rozan los 150 euros. Entre los agraciados en esta ocasión se encuentra el inspector jefe Andrés Manuel Gómez Gordo, quien hasta el pasado mes de marzo era director de Seguridad del gobierno de Castilla-La Mancha que presidía María Dolores de Cospedal. Las fuentes policiales consultadas muestran su malestar por esta decisión ya que dudan de que en sólo seis meses este agente haya hecho méritos suficientes para recibir este reconocimiento reservado, según el decreto que regula su entrega, a aquellos que han resultado heridos o han puesto en riesgo su vida en acto de servicio. El policía está actualmente destinado como adjunto al 'número 2' de la Policía, el comisario Eugenio Pino, para el que realiza informes junto al polémico comisario José Manuel Villarejo.

Interior ha batido este año el récord del número de cruces rojas 'al valor' con 189. En 2011, cuando llegó al poder Rajoy, sólo fueron 98, poco más de la mitad

En total, Interior repartirá la próxima semana 3.173 medallas a integrantes del Cuerpo Nacional de Policía, a las que habrá que sumar las que también se reparten a guardias civiles, militares y "personas ajenas a la corporación", un concepto este último que incluye desde jueces y fiscales, a empresarios, pasando por periodistas, jefes de seguridad de empresas privadas, detectives y policías de otros países. De estas tres últimas categorías aún no ha transcendido las cifras, aunque todos los años suele rondar las 550 en total. De las que recibirán los policías, además de las 189 pensionadas, otras 2.958 son con distintivo blanco, que no llevan ninguna recompensa económica. Hay además una medalla de plata al mérito policial a un comisario principal, otra de igual categoría a título honorífico a una asesora de Ignacio Cosidó y 24 de varios tipos a agentes jubilados o fallecidos. La cifra de condecoraciones pensionadas supone un auténtico récord respecto a años anteriores, pese a que cuando el PP llegó al poder en 2011 anunció que iba a recortar este tipo de recompensas. Aquel, estas medallas con gratificación económica fueron únicamente 98. Desde entonces, la cifra no ha dejado de crecer. En 2012 fueron 143. El año pasado, 176. Y en el actual prácticamente se dobla el número que se repartió cuatro años antes.

Sin embargo, las que concitan las mayores críticas de los agentes y sus representantes sindicales son los destinatarios de algunas de estas cruces con distintivo rojo ya que consideran que buena parte de las que las reciben no cumplen los requisitos que fija la ley que rige este tipo de recompensas. Un decreto de 1964 las reserva, en teoría, para aquellos agentes que han resultado "heridos en acto de servicio", han participado "en tres o más servicios" en los que hubiera riesgo de agresión con armas, han realizado un hecho "abnegado en circunstancias de peligro para su persona" o han participado en "hechos distinguidos y extraordinarios en los que haya quedado patente un riesgo o peligro personal". Unos requisitos que, según denuncian a Vozpópuli fuentes policiales, no cumplen varios de los ahora agraciados, entre ellos un subinspector que ha ejercido de asesor del propio Cosidó en los últimos cuatro años, y el exasesor de Cospedal.

El año pasado la polémica surgió por la condecoración de los dos mandos que dirigieron el dispositivo policial en la manifestación del 22-M que acabó en graves altercados y 67 agentes heridos

El año pasado, por ejemplo, las críticas se centraron en las que recibieron los comisarios Florentino Villabona y José Miguel Ruiz Iguzquiza, quienes, como comisario general de Seguridad Ciudadana y jefe de las Unidades de Intervención Policial (UIP, los conocidos popularmente como antidisturbios) respectivamente, dirigieron el dispositivo de seguridad desplegado el 22 de marzo de 2013 en las Marchas por la Dignidad en Madrid. Su actuación en aquella manifestación, que acabó con graves altercados y 67 agentes heridos, provocó la petición de su cese por parte de los sindicatos policiales. En 2013 la polémica la provocaron las entregadas a los comisarios principales José Luis Olivera Serrano y Marcelino Martín-Blas Aranda, entonces jefes, respectivamente, del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) y de la Unidad de Asuntos Internos. El nombre de ambos se había hecho célebre a finales de 2012 al trascender que los dos habían acudido a la Fiscalía de Barcelona para convencer a los encargados del caso Palau de que solicitaran el registro de la sede de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) con el fin de ahondar en las pesquisas sobre la supuesta financiación irregular de la formación de Artur Mas.

De criticar su número a batir el récord

Lo cierto es que la entrega de medallas en el Cuerpo Nacional de Policía suele venir acompañada siempre de polémica. Durante años, el PP criticó el continuo aumento del número de condecoraciones que se concedían y que hicieron que de las aproximadamente 1.400 que se dieron en el año 2000 se pasase a la cifra record de 3.774 dadas en 2011, con el socialista Antonio Camacho como máximo responsable de Interior. La llegada del PP al poder cambió esta tendencia y en 2012 el nuevo responsable de la Policía, Ignacio Cosidó, las redujo un 18%, hasta quedar la cifra final en 3.058 medallas. De ellas, 2.536 (de las cuales 98 eran ‘pensionadas’) fueron impuestas a agentes del Cuerpo Nacional de Policía y funcionarios adscritos al mismo. El resto, 522, se repartieron entre guardias civiles (138), militares (50) y “personas ajenas a la corporación” (334).

Cuando el PP llegó al poder prometió reducir el número de medallas. El primer año lo hizo un 18%. Desde entonces, sin embargo, la cifra no ha hecho otra cosa que crecer

El año siguiente, sin embargo, el número de condecoraciones sufrió de nuevo un significativo repunte hasta alcanzar un nuevo record: 3.788, catorce más que con el último gobierno socialista. Pese a la crisis y los recortes, el mayor aumento porcentual se registró ya entonces en las pensionadas. Así, de las 98 de 2012 se pasó a 141. Es decir, un incremento del 43%. Por su parte, las condecoraciones con distintivo blanco, que no llevan ninguna recompensa económica, pasaron a ser 2.980, medio millar más que en las otorgadas en la anterior celebración del patrono de la Policía. También aumentaron las que se repartieron a guardias civiles (151) y a miembros de las Fuerzas Armadas (65) e, incluso, las que se entregan a "personas ajenas a la corporación". Éstas últimas fueron 449, casi un 35% más que en 2012.

En 2014, el número total de medallas repartidas fueron ligeramente inferior a las del año anterior y se quedaron en 'sólo' 3.590. Pese a este descenso, las 'rojas' siguieron en aumento y alcanzaron las 176. Mientras, las medallas blancas se quedaron en 2.869, casi cien menos que en los doce meses anteriores. También decrecieron las entregadas a los guardias civiles (146), a los integrantes de las Fuerzas Armadas (57) y a las personas que no tenían que ver ni con la Policía ni con estos dos últimos colectivos (327). Entre estos últimos, destacó la presencia de varios grandes empresarios, como el presidente de Gas Natural Fenosa, Salvador Gabarró; el director general adjunto de Caixabank y de la Fundación de la entidad, Jaume Giró; el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, y el consejero delegado de Abertis Infraestructuras,Francisco Reynes Massanet. También figuraron una cantante lírica e, incluso, Carmen Cervera, la baronesa Thyssen-Bornemisza.

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