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España

Los "barones" del PP no saben qué hacer con la "patata caliente" de las televisiones autonómicas

Cuando el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, dijo aquello de que la televisión autonómica murciana iba a cerrar en cuestión de días, hubo de salir a rectificar un anuncio que generó la lógica alarma tanto entre los profesionales de la empresa como de la Comunidad aludida. Pero el dirigente popular se refirió a un asunto que, efectivamente, fue objeto de debate largo y tendido en la reunión que Mariano Rajoy mantuvo con sus "barones" territoriales el pasado lunes en la sede nacional del partido, con comida y extensa sobremesa incluida.

Y es que al abordarse el cumplimiento de déficit se abrió en canal el problema de la "patata caliente" del futuro de las televisiones autonómicas. Curiosamente, fuentes asistentes a la reunión han señalado a Vozpópuli que el presidente del Ejecutivo murciano, Ramón Luis Valcárcel, subrayó que su televisión no era de las más deficitarias, aunque fue concretamente González Pons el que dibujó el panorama más sombrío respecto del porvenir audiovisual de nuestro país, incluído el de las televisiones privadas.

Para la secretaria general del PP y presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, la salida lógica es la de la privatización, dar paso a la gestión privada, aunque se mantenga la titularidad pública. Precisamente, la semana pasada los trabajadores de la Radio Televisión de Castilla-La Mancha (RTVCM) aprobaron en referéndum el precauerdo alcanzado entre la empresa y el comité de empresa por el que se reduce un 5 por ciento el salario base, se aumenta la jornada a 37,5 horas semanales y se congelan los sueldos para el año que viene. El ente informó en un comunicado que todas las condiciones y pactos alcanzados se hacían bajo la intención de mantener el actual volumen de plantilla, por lo que a diferencia de la Comunidad valenciana o Madrid, la "número dos" del PP tiene ese flanco tranquilo, sin conflictividad.

A lo sumo, se justifica la titularidad pública de las televisiones autonómicas en las Comunidades con lengua cooficial, esto es, Galicia, País Vasco, Cataluña, Baleares y Valencia

Otros "barones" territoriales, como el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, defendieron la pervivencia de las televisiones autonómicas en aquellas comunidades que, como la suya, tienen lengua cooficial, eso sí, reduciendo los entes autonómicos a un solo canal. Otras voces apuntaron a que la extensa oferta televisiva que existe con la implantación de la TDT convierte en irrelevantes, cuando no directamente innecesarias, a los canales autonómicos, aunque a nadie se le escapa que acaban siendo instrumentos muchas veces al servicio del poder de turno. Presidentes autonómicos y dirigentes territoriales hicieron el lunes un repaso por la deuda de cada uno de sus entes.

Pero desde el Gobierno no faltan los ministros que temen que el margen de maniobra no es muy amplio "y muchas televisiones tendrán que ir al cierre". El problema ya no es tanto encontrar compradores, empeño que se antoja imposible, como el hecho "de que ya nos las quieren ni regaladas". Las inversiones que requieren son enormes y más si tiene plantillas sobredimensionadas. La mayoría requiere "un proceso de saneamiento previo", pero con la crisis publicitaria ni por esas.  Curiosamente, la única televisión autonómica de la que se anunció su cierre, la asturiana, registró una cuota de pantalla del 8,1% en el mes de julio, lo que supone un incremento del 10% respecto a junio. Según informó ayer la cadena autonómica, se trata de su mejor resultado mensual desde agosto de 2011 y el dato más alto en un mes de julio desde 2008, informa Europa Press.

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