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España

Los ministros del G-8 desaconsejan a Rajoy ir a elecciones en Navidad: puede ser la ruina del PP

Mariano Rajoy entra en el Congreso de los Diputados.

Elecciones generales el 27 de septiembre, el 29 de noviembre o el 13 de diciembre. Las apuestas corren estos días entre los altos cargos del Gobierno y del PP, a la espera de que Mariano Rajoy anuncie en breve su carta de navegación para los próximos meses. El presidente ha recibido el consejo de algunos ministros de su confianza, asiduos a las comidas del llamado G-8, para que renuncie a convocar a las urnas en plenas fechas navideñas, pues a su juicio puede provocar un efecto rebote en el electorado afín al PP y, sobre todo, en ese colectivo formado por 2,5 millones de españoles, aproximadamente, que siguen refugiados en la abstención y todavía no tienen definido el sentido de su voto. “La Navidad para la mayoría de los ciudadanos supone un referente de descanso y reunión familiar en el que chirría el ruido electoral. Si vamos a elecciones el 13 de diciembre, al final lo que conseguiremos será una reacción contraproducente porque muchos ciudadanos lo entenderán como una provocación”, señala un alto cargo del PP.

Muchos ciudadanos entenderían como una provocación ir a elecciones en navidades, señalan altos cargos del Gobierno

Entre los ministros que han dado a Rajoy este parecer sobre el calendario electoral se encuentran José Manuel García Margallo, Ana Pastor y José Manuel Soria. De cualquier modo, el que mejor puede conocer los planes del presidente, aparte de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, es Cristóbal Montoro, pues es quien llevará este viernes al Consejo el techo de gasto para el año que viene y quien ultima desde Hacienda los Presupuestos de 2016. Todos los Ministerios tendrán que haberlos enviado a este departamento esta misma semana para que puedan aprobarse a final de mes y remitirse, posteriormente, al Congreso de los Diputados, donde previsiblemente entrarán el 4 de agosto.

En La Moncloa se trabaja con el cálculo de que las comparecencias de altos cargos en la Cámara Baja para explicar las cuentas del año que viene se realicen a partir del 15 de agosto. Es la orden que se les ha transmitido a todos ellos para que en esa fecha estén disponibles en Madrid, pues la intención del Gobierno es acelerar los trámites para que los Presupuestos sean aprobados antes de que se disuelva el Parlamento.

Este calendario hace que decaiga la posibilidad de que las elecciones generales sean el 27 de septiembre, la fecha elegida por Artur Mas en Cataluña para celebrar sus autonómicas, pues entonces el Parlamento tendría que disolverse el 5 de agosto. Si Rajoy fijara la fecha de las legislativas del 29 de noviembre, debería disolver la última semana de septiembre. En el supuesto de hacer oídos sordos a los ministros del G-8 e ir a elecciones en navidades, el 13 de diciembre, tendría que convocarlas hacia el 20 de octubre. El 27 de ese mismo mes es la fecha límite para la disolución de las Cámaras en el caso de que el presidente apurara al máximo la legislatura.

Los Ministerios tienen hasta el viernes para enviar sus presupuestos a Hacienda

El proceso soberanista en Cataluña y el caos griego acabarán condicionando, en cualquier caso, la campaña electoral. Algunos dirigentes del PP temen que la contestación desde Madrid a las catalanas del 27-S tenga que darse con el Parlamento disuelto. Desde el PSOE se ha condicionado una respuesta conjunta a que Rajoy pacte con Pedro Sánchez la fecha de las elecciones, algo que todavía no ha hecho. Ante esta incógnita, los socialistas están acentuando el malestar que les produce que el Gobierno tramite los Presupuestos de 2016, pues consideran que van a ser utilizados por el PP como principal soporte electoral sirviéndose de una batería de medidas sociales que acabarán condicionando el voto en las generales.

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